Aunque el contingente que partió de la glorieta Minerva originalmente era de unas 400 personas, el grupo que se nutrió a lo largo de su trayecto hacia el centro de Guadalajara llegó a alrededor de dos mil personas que demandaban el respeto hacia la comunidad lésbico-gay, travesti, transgénero y de la diversidad sexual en general. «El lema, ‘todos los derechos y para todos'», señaló Fascinación Jiménez, directora de la organización Unión Diversa de Jalisco.
Minutos después de las cuatro de la tarde comenzaron a caminar, primero, al darle la vuelta a la fuente Minerva para tomar después López Mateos hacia avenida Hidalgo. Fuerte se escucho uno de los primeros reclamos. «¡Mismos impuestos, mismos derechos!».
Fascinación Jiménez explicó que en este año se buscará impulsar la ley sexo género, la cual está rezagada en Jalisco. «Hay 400 casos de personas trans que han tenido que acudir al Distrito Federal para adecuar sus documentos y ser visibles en la sociedad, es decir, acudir a servicios médicos o conseguir un empleo». Lamentó que en Jalisco este grupo padece de discriminación toda vez que no existe un protocolo para la atención de esos casos.
También tocó el problema de los matrimonios igualitarios, en el sentido de que aún existen municipios en Jalisco que se niegan a realizar los trámites. Lo que harán es una evaluación sobre los derechos humanos de las distintas demarcaciones.
Un grupo de policías escoltaba y custodiaba a los manifestantes en su andar sobre Hidalgo, advirtió una de las oficiales, para evitar que fueran objeto de alguna agresión por parte de algún inconforme. Los marchantes caminaban sobre los dos carriles de la derecha para no obstruir totalmente la circulación de autos.
Rubí, un travesti que participaba, lamentó la discriminación que se mantiene vigente entre la sociedad tapatía. «La homofobia existe pero son gente que son gays, traen un trauma por dentro. He pasado por dos incidentes por homofobia».
«¡Esos mirones también son maricones!», exclamaba el grupo cuando notaba sobre el camino que alguno de los espectadores sobre las aceras comenzaba a cuchichear o a desaprobar el paso del contingente. Los vendedores ambulantes también aprovecharon la oportunidad. «¡A dieeez, a dieeez, lleeeve su playeraa, pulseraa, a dieeez!». Otros intentaron aplicar mercadotecnia en las bebidas que ofrecían. «¡Lleve su rusa lesbiana, la rusa gaaay!».
Conforme se acercaban al centro de Guadalajara, más personas se sumaban a su grupo. A la altura de Chapultepec eran ya unos mil y decidieron tomar ya los cuatro carriles de Hidalgo, ante el descontento de los conductores.
Incluso un grupo de agentes de la Secretaría de Movilidad encendió las sirenas para que los que caminaban se movieran. Pese al insistente ruido, la marcha no hizo caso al hacer uso de su derecho a manifestarse. Los agentes cedieron y desviaron la circulación cuadras adelante.
En el cruce con Federalismo varios cientos más de personas los esperaban para unirse; lo mismo que más y más gente salía de los locales comerciales para ver el paso de la gente. Grababan el paso de las personas al tiempo que otros desaprobaban con movimiento de cabezas. El mayor número de espectadores fue a la altura del mercado Corona, donde por cientos se apilaron sobre la acera para ver la marcha. Fueron alrededor de 40 organizaciones las que se sumaron además de activistas independientes y representantes de empresas socialmente responsables.
A las seis de la tarde llegaron a la Plaza Liberación para comenzar con una serie de actividades culturales, música y obras.
Fuente:Informador
