En un giro inesperado de la diplomacia, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, ha arremetido con dureza contra el presidente francés, Emmanuel Macron, tras su reciente discurso televisado en el que alertó sobre la «amenaza rusa» para Europa. Zajárova describió las declaraciones de Macron como «completamente desconectadas de la realidad» y lo calificó de «charlatán», sugiriendo que debería disculparse con su propia población por haberla inducido a error.
Durante su intervención, Macron enfatizó que la «agresividad» de Rusia no conoce fronteras, recordando que han pasado tres años desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania. Asimismo, el mandatario francés propuso abrir un «debate estratégico» para reforzar la protección de Europa, destacando el papel del arsenal nuclear francés en este contexto.
La respuesta de Rusia no se hizo esperar. El ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, consideró que la retórica nuclear de Macron representa una «amenaza para Rusia». Lavrov acusó al presidente francés de buscar medidas «absolutamente insensatas» para salvar su reputación interna, y lo comparó con figuras históricas que llevaron a sus naciones a la guerra contra Rusia, como Napoleón y Hitler.
En su discurso, Macron también abordó la posibilidad de desplegar tropas de paz europeas en Ucrania, un tema que Lavrov desestimó, afirmando que «no vemos ningún compromiso posible» y que la discusión tiene un «objetivo abiertamente hostil» hacia Moscú. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, respaldó esta postura, argumentando que Francia se encuentra más enfocada en la guerra que en buscar una solución pacífica al conflicto en Ucrania.
Con las tensiones entre Rusia y Occidente en aumento, las declaraciones de Macron y las posteriores reacciones de Moscú ponen de relieve la complejidad de la situación geopolítica actual en Europa.
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