Río de Janeiro se encuentra en alerta ante lo que podría ser «el verano más caliente de los últimos años», según declaraciones del secretario de Salud de la ciudad, Daniel Soranz, a la AFP. A medida que se acerca el famoso Carnaval, la ciudad brasileña enfrenta un incremento alarmante en las temperaturas, que ya han alcanzado niveles peligrosos.
En el mes de enero, el sistema de salud pública de la ciudad reportó más de 3,000 atenciones médicas relacionadas con el calor intenso, una cifra que casi duplica los promedios de años anteriores, que oscilaban entre 1,600 y 1,700 casos. Las principales causas de estas atenciones incluyen quemaduras solares, deshidrataciones y otros problemas de salud vinculados a las altas temperaturas.
Este lunes, Río de Janeiro alcanzó por primera vez el cuarto nivel de alerta en una escala de cinco, diseñada para evaluar el riesgo de calor extremo basado en la combinación de temperatura y humedad. Este nuevo umbral ha sido activado tras tres días consecutivos con temperaturas máximas que oscilaron entre los 40 y 44 grados Celsius.
Con la llegada del cuarto nivel de alerta, las recomendaciones del gobierno local han cambiado. Mientras que en el nivel tres se sugería simplemente mantener una adecuada hidratación y protección solar, ahora se aconseja suspender las actividades físicas al aire libre y reducir las jornadas laborales para aquellos que trabajan en la intemperie.
La ciudad, conocida por sus playas y su vibrante vida al aire libre, se enfrenta a un desafío significativo. Los servicios de salud hacen un llamado a la población para que tome precauciones y se proteja del calor extremo, mientras que la comunidad se prepara para un verano que promete ser inolvidable, pero también potencialmente peligroso.
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