La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, confirmó que la remoción de las estatuas de Che Guevara y Fidel Castro se realizó sin la autorización correspondiente, lo que ha generado diversas reacciones en la capital del país.
En declaraciones recientes, Brugada explicó que la decisión de retirar las esculturas fue tomada sin el consentimiento previo, en un contexto en el que las autoridades buscan garantizar el cumplimiento de la normativa vigente. La Ley Orgánica de Alcaldías, en su artículo 20, establece que las alcaldías tienen la responsabilidad de garantizar el acceso de la población a los espacios públicos y a la infraestructura social, cultural, deportiva y recreativa, los cuales no pueden ser enajenados ni concesionados de manera que alteren su carácter.
La funcionaria agregó que, en coordinación con el Gobierno de México y las autoridades locales, se trabaja en la recuperación de las esculturas para ubicarlas en un espacio que represente de manera adecuada la historia y diversidad de la Ciudad de México. La intención, explicó, es preservar el patrimonio cultural y simbólico de la capital, evitando que estas piezas sean vendidas, rematadas o subastadas.
Hasta el momento, no se han reportado movilizaciones masivas en contra del retiro, aunque diversas voces han expresado su opinión respecto a la controversia generada por la decisión. La situación ha puesto en evidencia las tensiones existentes en torno a la memoria histórica y el manejo de los espacios públicos en la urbe.
