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Pipa de la Paz

Por: Guillermo E. Quiroga Madrigal

Uno de los tantos ritos que acostumbraban los indios de América del Norte, era la llamada Pipa Sagrada. Describir el simbolismo de la Pipa Sagrada y de su rito equivale en cierto sentido, a exponer toda la sabiduría de los indios. Además era un acto de pacificación entre las tribus por los constantes conflictos que tenían entre ellos.

En términos de la grilla política, se podría decir que algo similar -dejando aparte la sabiduría que ostentaban los indios decanos- fue lo que protagonizaron el presidente, Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, quienes por fin dejaron atrás los dimes y diretes, tras sostener el jueves pasado en pleno día del amor y la amistad, una reunión en Palacio Nacional para llegar a acuerdos que beneficien a la entidad.

Luego de una serie de descalificaciones entre ambos funcionarios, al parecer ya fumaron “la pipa de la paz” por lo que Jalisco se verá beneficiado con apoyos de la federación, lo que podría destrabar por ejemplo, la conclusión y la puesta en marcha de la línea 3 del tren ligero, obra que dejó tirada la pasada administración federal por falta de presupuesto, ya que en un principio se dijo que costaría más de 17 mil millones de pesos (mdp), y hasta ahora ya ha rebasado los 29 mil millones (Omar García, Señal Informativa, 16 octubre 2018).

En el tema de la línea 3 del tren ligero, al finalizar la reunión el mandatario estatal, Enrique Alfaro dio buenas noticias al respecto, manifestó su satisfacción al concretarse «acuerdos muy importantes» para Jalisco como la conclusión de la Línea 3 y los planes para la Línea 4 del Tren Ligero,  y la presa «El Purgatorio» que abastecería de agua a la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Al menos para el estado es una buena señal que López Obrador y Enrique Alfaro hayan dejado atrás sus protagonismos de enfrentamientos y de descalificaciones mutuas, en donde los jaliscienses y los que radicamos en la entidad pagaríamos los platos rotos. Entre lo valentón de Alfaro y la soberbia de López Obrador, el panorama se visualizaba de color muy gris para Jalisco.

Al parecer la reunión de ambos fue de manera pacífica, sin gritos ni sombrerazos, así lo explicó Alfaro Ramírez. Será el propio López Obrador quien haga formalmente los anuncios de estos temas en su próxima visita al estado confirmada para el 9 de marzo.

“Me da mucho gusto decir que vi a un Presidente comprometido con cumplirle a los jaliscienses», narró Alfaro al concluir el encuentro con el Ejecutivo federal. La primera visita de López Obrador a Jalisco como Presidente de México estaba programada para el 19 y 20 de enero, pero tuvo que reprogramarse debido a la explosión en el ducto de Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo.

Queda claro que en la política y más cuando ya se es gobierno, no es nada sano que constantemente se tenga un pleito casado entre federación y estado, la gente está harta de ese tipo de enfrentamientos que prácticamente ya pasaba a lo ridículo.

El que ambos hayan dado su brazo a torcer encamina a Jalisco y a la federación a un trabajo serio, sin protagonistas de por medio, al despejar definitivamente ese veto que quizá el gobierno federal impuso al estado.

Uno de los rubros en los que más padece Jalisco y por años, es la inseguridad, día a día infinidad de personas son afectadas. La gente exige a la autoridad más seguridad, las acciones implementadas al parecer no funcionan, son constantes los robos a casa habitación, a transeúntes a negocios, los asesinatos van en aumento, por lo que es de vital importancia la coordinación estrecha con el gobierno federal. El gobernador no se puede dar el lujo de ponerse al tú por tú con López Obrador, las lleva las de perder, no puede caer en las provocaciones del presidente, puede alzar la voz a nombre de los jaliscienses, no ser sumiso, pero siempre con inteligencia, tomando en cuenta que este gobierno federal es de ocurrencias.

Enhorabuena para Jalisco, al parecer pronto llegarán los recursos de la federación, se destrabarán aquellas obras pendientes, la relación federación-estado puede tomar un buen camino al dejar atrás rencores políticos de antaño, en donde afortunadamente el ganador de esta reconciliación que tuvieron entre López Obrador y Alfaro Ramírez en pleno 14 de febrero, día del amor y la amistad, fue Jalisco. Por fin fumaron la pipa de la paz, el presidente y el gobernador de Jalisco… Seguimos en este Reloj de Arena.

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Periodista, resignado Atlista, enamorado de mi ciudad y de mi Estado. De L a V en punto de las 7am al aire @1070noticias http://bit.ly/oYJFU2