La Cuarta Transformación
Por: Guillermo E. Quiroga Madrigal
Como dice ese refrán, “no hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla”, el sábado pasado primero de diciembre tomó posesión como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mismo que se hace llamar como el gobierno de la “Cuarta Transformación”.
El tabasqueño se ha referido en múltiples ocasiones a los tres grandes cambios que ha habido en México y los cuales son:
La Independencia. Se trató de un movimiento armado ocurrido en el período que abarca de 1810 a 1821, el cual buscaba librarse del dominio español que había durado 300 años.
El contexto económico y social de aquella época, en resumidas cuentas, era el siguiente: pobreza en gran parte de la población, un sistema de “castas” que ponía a los españoles por encima del resto de los habitantes y especial discriminación hacia los indígenas, además de una economía desgastada. Entre las consecuencias que trajo el proceso independentista podemos encontrar años de inestabilidad política, un imperio (de Agustín de Iturbide), la proclamación de la Constitución de 1824 y finalmente, la elección del primer presidente constitucional de México: Guadalupe Victoria.
La Reforma. Fue una guerra que duró de 1858 a 1861 entre liberales y conservadores. Terminó cuando los segundos fueron derrotados y Benito Juárez estableció su gobierno en la Ciudad de México. Entre las cosas importantes que dejó este movimiento fueron las famosas “Leyes de Reforma”, siendo lo más destacado la separación de la Iglesia y el Estado.
La Revolución. La última gran transformación mexicana comenzó en 1910, cuando oponentes a la dictadura de Porfirio Díaz y parte de la población desfavorecida de aquella época se levantaron en armas para terminar con el régimen. Uno de los cambios más importantes de la revolución fue la reforma agraria, gracias a la cual los campesinos pudieron acceder a tierras y se convirtieron en ejidatarios. También se promulgó la constitución que nos rige actualmente, la de 1917.
La Cuarta transformación que propone el presidente López Obrador, tiene en común con las otras transformaciones del país el cambio “desde abajo”, pues pretende hacerse con apoyo de la sociedad mexicana, pero a diferencia de las otras tres, se trataría de un cambio pacífico.
El presidente Andrés Manuel López Obrador llega al poder con el respaldo de 30 millones de votos, lo que representó el 53 por ciento de la participación de votantes; pero también un 47 por ciento votó por otras opciones, lo que se podría leer entre líneas, como un país dividido.
El presidente llega ya con un desgaste innecesario, ya que durante el periodo de transición Andrés Manuel López Obrador comenzó a tomar pista con el anuncio de la consulta dizque popular para definir, o más bien justificar, la cancelación del nuevo aeropuerto, ante tal decisión los especialistas lo llamaron como: El «error de octubre».
Durante la campaña López Obrador dio a conocer cuáles serán sus prioridades, basando prácticamente en 10 puntos, sus promesas:
1. Estado democrático y de derecho. Aseguró que nadie ni nada estará al margen de la ley, pues el gobierno «dejará de ser un comité al servicio de un grupo o facción y retomará su necesaria condición de representante de todos los mexicanos; se respetará la vigencia de las garantías constitucionales, las libertades y los derechos humanos». También prometió acabar con los fraudes electorales y la compra de votos.
2. Honestidad como forma de vida. Dijo que se convocará al pueblo a tener una forma de vida honesta y afirmó que se eliminará la corrupción, los fueros y privilegios, además de que se recortarán los sueldos de los altos funcionarios.
3. Descentralizar las secretarías. Dijo que habrá apoyos y facilidades para que los servidores públicos puedan mudar su residencia a los estados.
4. Rescatar al campo. Afirmó que se dará prioridad a los pueblos indígenas para impulsar los sectores agropecuario, pesquero y forestal, además de que el gobierno de la República fijará los precios de los productos agrícolas.
5. Atender la crisis energética. Prometió acabar con la caída en la producción de petróleo, gas, gasolina, diésel y petroquímicos, mediante la renovación de las seis refinerías y la construcción de dos más.
6. El Estado promoverá desarrollo económico. Aseguró que no se incrementarán los impuestos ni la deuda pública, pues «con los ahorros producidos por el combate a la corrupción y al suprimirse los gastos suntuarios, será posible financiar proyectos productivos y de creación de empleos».
7. Trabajo y escuela a jóvenes. Dijo que todos los jóvenes que estudien en el nivel medio superior tendrán una beca mensual y «300 mil universitarios de familias de escasos recursos recibirán un apoyo de 2 mil 400 pesos mensuales, también se contratará a 2 millones 2 mil jóvenes a quienes despectivamente algunos llaman ninis y se les otorgará un sueldo como aprendices».
8. Aumentar pensión a adultos mayores. Aseguró que se les dará un apoyo universal a las personas de la tercera edad y una pensión para personas con discapacidad.
9. Educación gratuita en todos los niveles. Prometió que la educación será gratuita en cualquier nivel de estudios, además de que «se dejará sin efecto las medidas establecidas en la mal llamada reforma educativa y, en acuerdo con maestros y padres de familia, emprenderemos acciones para una mejoría verdadera de la calidad de la enseñanza».
10. Combate a la inseguridad. Aseguró que atenderá las causas sociales y económicas que generan la violencia y reiteró que se otorgarán amnistía «a infractores que opten por su readaptación, como ha sucedido en otros tiempos en nuestro país y en el mundo».
En resumen, empieza el conteo, a partir del pasado primero de diciembre, con el inicio de la llamada «Cuarta Transformación» encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, todo lo que ocurra en nuestro país para bien o para mal, ya tendrá etiquetas, veremos su actuar en temas como: inseguridad, corrupción, economía e impunidad entre otros. Las estadísticas y números serán su luz y sombra, así pues las manecillas del reloj ya están en marcha, ya no habrá pretextos y señalamientos hacia la “mafia del poder”, ya que el poder lo ostenta el propio presidente López Obrador
¡¡Viva México!!…seguimos en este Reloj de Arena.
