En medio de una potente tercera ola del coronavirus, las autoridades mexicanas buscan el regreso a clases presenciales a finales de agosto, pese al miedo y angustia de los padres de familia y a que los expertos afirman que el país no está preparado para el retorno a las aulas.
«En la escuela de mi hijo ya quieren que regresen, pero yo no lo quiero llevar, me da mucho miedo», dice este viernes a Efe María Díaz, mamá de un pequeño que iniciará el quinto grado de primaria en una escuela del municipio de Chalco, en el central Estado de México.