Guadalajara, Jalisco – En una reciente sesión del Ayuntamiento, regidores del partido Morena expresaron su firme oposición a lo que consideran serias irregularidades relacionadas con la tala de árboles y la aprobación de cambios de uso de suelo en diversas áreas de Guadalajara. La controversia se centra en la autorización del derribo de 29 árboles en la colonia Lomas del Country y un cambio de uso de suelo en el Country Club que facilitará la edificación de desarrollos inmobiliarios verticales y comerciales.
La regidora Teresa Naranjo, quien lideró la denuncia, argumentó que el proyecto inicial contemplaba la tala de 31 árboles, pero que tras una revisión se optó por conservar solo dos. “El argumento de la autoridad es que se trata de un derribo con compensación de biomasa, lo cual significa que los desarrolladores pagan una cuota económica por la tala, pero esto no compensa la pérdida ambiental”, destacó Naranjo.
El desarrollo en cuestión, denominado Caena Country Club y promovido por la empresa Invert Country, recibió la aprobación del comité de arbolado para proceder con el derribo, lo que convierte la decisión en irreversible. Según la regidora, la compensación económica por la tala alcanzó la cifra de 312,472 pesos, con costos que varían entre 2,204 y 43,475 pesos por árbol, dependiendo de la especie.
El regidor Chema Martínez no se quedó atrás y criticó abiertamente la postura del gobierno municipal, sugiriendo que existe un claro favoritismo hacia ciertos desarrolladores. “A la ciudadanía se le multa con más de 60,000 pesos si poda un árbol frente a su casa, pero a los empresarios de apellidos rimbombantes que patrocinan las campañas de Movimiento Ciudadano, se les autoriza en chinga sin importar la opinión de expertos”, afirmó Martínez, enfatizando el desbalance en la aplicación de las leyes.
Por si fuera poco, los regidores también denunciaron otro caso en Mar Caspio 2131-2141, donde se autorizó un cambio de uso de suelo en contra de los planes parciales de desarrollo. Juan Alberto Salinas, otro regidor de Morena, expresó su preocupación al señalar que se está duplicando la densidad autorizada en una zona donde el uso comercial no era permitido. “Esto no es desarrollo urbano, es negocio para unos cuantos. En Guadalajara no cabe el cártel inmobiliario, y en Morena no vamos a permitir que sigan depredando la ciudad”, concluyó Salinas.
Los regidores de Morena anunciaron que no se quedarán de brazos cruzados y llevarán a cabo acciones de vigilancia y seguimiento a estos proyectos, así como denuncias públicas sobre lo que aseguran es un “modelo de ciudad a la medida de los empresarios y no de los ciudadanos”. La controversia ha encendido el debate en la ciudad, donde la preocupación por el medio ambiente y la transparencia en la gestión urbana está más vigente que nunca.
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