La Defensa Civil palestina denunció que tropas israelíes habrían disparado contra un centro de ayuda en Rafah, en la Franja de Gaza, causando al menos 31 muertes y 176 heridos, según informó la organización. Sin embargo, tanto el Ejército de Israel como la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), que opera el punto de distribución, negaron los hechos y descartaron haber participado en un ataque contra civiles.
De acuerdo con Mahmud Basal, portavoz de la Defensa Civil de Gaza, el incidente ocurrió cuando las tropas israelíes abrieron fuego desde drones y tanques en medio de la confusión, en un intento por dispersar a una multitud que se congregaba en el centro de ayuda, apoyado por Estados Unidos. Testigos presentes describieron un escenario de caos y violencia, con disparos que impactaron en medio de la multitud que intentaba acceder a la asistencia humanitaria.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) informó que su hospital de campaña en Rafah atendió a 179 víctimas, en su mayoría con heridas de bala, y señaló que este sería el incidente con mayor número de heridos por arma de fuego reportado en el hospital en más de un año.
Por su parte, el Ejército israelí comunicó que, tras una investigación preliminar, no encontró evidencia de que sus tropas hubieran disparado contra civiles en la zona y desmintió las acusaciones. La fundación que gestiona el centro también afirmó que no hubo incidentes de esa naturaleza, reiterando su compromiso con la distribución de ayuda humanitaria.
La tensión en Gaza continúa en un contexto de crisis humanitaria agravada por el bloqueo que mantiene la región sin acceso suficiente a recursos básicos. La ONU advirtió que la población enfrenta un riesgo inminente de hambruna, mientras que Israel ha comenzado a flexibilizar el cerco, estableciendo una estructura de distribución de alimentos respaldada por Estados Unidos, en un intento por aliviar la situación.
El jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, expresó su preocupación por la peligrosidad de la distribución de ayuda en Gaza, calificándola como “una trampa mortal” en las condiciones actuales.
Este episodio refleja las tensiones persistentes en la región, donde las versiones oficiales y los testimonios de los civiles difieren respecto a la gravedad y las circunstancias del incidente. La comunidad internacional pide una investigación transparente para esclarecer los hechos y evitar nuevas pérdidas humanas en medio del conflicto.
