El pianista argentino Raúl Di Blasio deleitó al público que asistió al Lunario del Auditorio Nacional con un derroche de talento y perfección que provocó que todos los presentes quedaran fascinados.
Con toques de romanticismo y buen humor, el músico conquistó a cientos de seguidores en la velada en la que los temas instrumentales, tanto clásicos, latinos como mexicanos, inundaron el foro capitalino.
Luego de que una banda de acompañamiento, en la batería, teclados, guitarra y trompetas hicieran sonar la pieza “Secreto de amor”, original de Joan Sebastian, Di Blasio tomó el micrófono para interactuar con su séquito.
Vestido con playera negra y saco blanco, el anfitrión se levantó, dejó por un momento su piano para recibir todas las muestras de afecto de los melómanos en este espectáculo que concluyó después de la medianoche.
“¡Todo por ustedes, México querido!”, expresó el anfitrión, quien complacía a su gente con los temas que le pedían como “Penélope”, “Somewhere in time” y “Después de ti”.
Frecuentemente, mientras transcurría este “show”, el ídolo les daba indicaciones a sus colegas de la banda musical, respecto a qué notas debían tocar e incluso el tipo de iluminación que se tenía que colocar.
“Mi música está cerca de ustedes, pero quiero preguntarles, voy a tocar medio minuto a piano y quiero que me digan si lo escuchan a gusto”, dijo, posteriormente interrogó: “¿Lo sienten bien? Yo no, hay un ruido que me perturba”.
Enseguida continuó su discurso diciendo: “Ustedes saben la cantidad de conciertos que afortunadamente he podido dar y siempre quedo satisfecho con el sonido, la gente en vez de molestarse conmigo me lo agradece, porque dice, he aquí un artista que se preocupa por nosotros.
“Y eso es lo que estoy intentando, que esta noche se lleven la mejor de las experiencias, porque yo ya la tengo, porque estoy con ustedes”, aseveró Di Blasio, quien también tocará este jueves en este mismo lugar.
Un momento ameno se vivió cuando invitó al escenario a una fan coreana a quien le regaló una rosa, una copa de champagne y tuvo una charla, a pesar de la diferencia de idiomas.
A ella le explicó que México es “el mejor país del mundo, es el más cálido, hermoso, con la gente más buena y mujeres bellísimas como tú”.
Antes de hacer sonar la pieza “Solo”, relató la historia detrás de este corte y mencionó que él hace muchos años era pianista en un hotel en Viña del Mar, en donde llegaban todo tipo de artistas.
Se ganaba la vida trabajando todos los días y una vez se enamoró de una mujer chilena llamada Cecilia, quien vivía en Nueva York. Ella todos los días iba a escucharlo y a dejarle una flor, y a ella le compuso esta melodía.
“Amor eterno”, “Así fue”, ambas de Juan Gabriel; “Por tu cabeza” y “Libertango» fueron otros cortes que sonaron en el bloque final, en el cual también participaron un coro de tres mujeres y una orquesta de violines y violonchelos.
