Cuando Ángel Camacho ganó su primera medalla en los Juegos Paralímpicos de París 2024, posteó una fotografía en sus redes sociales.
En ella, se le observa en condición de pobreza, montado en un carrito de juguete afuera de su casa y con una mirada desafiante que mantiene en la actualidad.
“Hay personas que nacen teniéndolo todo, pero hay otros que se esfuerzan para llegar hasta ahí”, escribió el deportista junto a la imagen que rápidamente se volvió viral.
En total, durante los Juegos Paralímpicos, Ángel Camacho, con apenas 19 años de edad, se llevó tres medallas para México: Bronce en los 100 metros estilo libre S4 y en los 150 mts y Plata en los 50 mts dorso. Previamente, en Tokio 2020, a los 16 años, ganó bronce en los 50 metros dorso.
Pero a diferencia de otros atletas, este nadador no ha pasado toda su vida en la alberca. Su padre lo motivó a incursionar en la disciplina recién en 2018, y a pesar del corto tiempo de preparación, clasificó a los Juegos Paralímpicos con más de 15 medallas en su palmarés.
Camacho, un pequeño a quien todos veían con recelo, se convirtió, además, en el máximo ganador de la delegación mexicana.
Cuando Ángel nació le diagnosticaron el Síndrome de Hanhart, una enfermedad congénita que provoca malformación en brazos y piernas. Su madre, doña Francisca, pensó que su hijo estaría postrado para siempre en una cama. Su mundo se derrumbó y por su mente pasaron un sinfín de escenarios adversos.
“Tenía mucho miedo sobre su futuro. Cuando era un niño sólo pensaba que ojalá antes de que yo muriera pudiera verlo triunfar, ser un hombre independiente”, recordó su mamá en entrevista para La Jornada.
Para sorpresa de todos, Ángel aprendió no sólo a valerse por sí mismo; a pesar de sus carencias comenzó desde muy pequeño a desplazarse por su casa, comer solo, lavarse los dientes y años después se volvió un experto en lanzar el trompo y jugar futbol.
“No sufrí de bullying por mi discapacidad. Gracias al deporte conseguí muchos amigos que siempre me han respetado. Fui a una escuela convencional, aprendí a caminar con mis prótesis. Soñaba con ser médico y ahora soy triple medallista.”
A los seis años conoció a Nick Vujicic, conferencista y empresario que padece Síndrome de Tetramelia. Compartir unos minutos con él cambió la mentalidad del intrépido pequeño, quien un 28 de diciembre de 2017, justo en la fecha de su cumpleaños, nadó por primera vez en la Deportiva II de León, Guanajuato.
“Yo ni siquiera sabía nadar, pero aprendí muy rápido. Me enseñé a ser competitivo, fue algo fácil para mí moverme dentro del agua, no me costó trabajo y comencé a ganar medallas”, compartió Ángel.
Tres años después de iniciar con la natación, Camacho debutó en los Juegos Paralímpicos de Tokio, siendo el más pequeño del representativo mexicano. Regresó a casa con un bronce y la promesa de mejorar la cosecha para la cita en París.
“Se necesita ser muy terco para ganar una medalla, entrenar muchas veces al día, sobreponerse a todas las adversidades que la vida te pone en el camino, esforzarte mucho más que los demás. Sin eso no tienes oportunidad.”
Con información de La Jornada.