Por Garuyo/ Uriel Barco @UrielBarco
Cuando Disney compró Lucasfilm en 2012 y anunció la realización de una nueva trilogía Star Wars, la reacción general inicial fue de rechazo, pues imperó la idea de que la casa del ratón daría el tiro de gracia a la icónica saga cuyo creador mismo, George Lucas, se encargó de despedazar con las bochornosas precuelas.
Pero solo era cuestión de reflexionar un poco para darse cuenta de que lo mejor que podía pasarle a Star Wars era precisamente ser retirada de las manos del lunático e incongruente Lucas, afirmación que encuentra solidez al observar lo estupenda que es El despertar de la Fuerza, séptimo episodio de la galaxia muy muy lejana.
La destrucción de la segunda Estrella de la muerte implicó la instauración de una nueva República, pero no la desaparición de las fuerzas que infunden el terror. De las cenizas del Imperio Galáctico surgió el Primer Orden, facción militar liderada por una figura siniestra que busca retomar el control totalitario de la galaxia.
Son tiempos críticos y héroes viejos y nuevos unirán esfuerzos para hacer frente a este grupo que pone en riesgo la estabilidad de la República.
El despertar de la Fuerza definitivamente sabe a Star Wars. Pero no es solo por el hecho de ver a Harrison Ford, Carrie Fisher, Mark Hamill y Peter Mayhew retomando sus roles de Han Solo, Leia, Luke y Chewbacca. Obedece también a que J.J. Abrams y Lawrence Kasdan, (director y coguionista, respectivamente) tuvieron la pericia suficiente para evocar la esencia de la trilogía original, tan tristemente ausente en las precuelas.
Es inevitable ver la película y no rememorar las glorias de Una nueva esperanza y El imperio contraataca. De hecho, puede que más de un criterio se moleste y vea en la trama de El despertar de la Fuerza demasiados guiños a la original Star Wars, así como elementos narrativos tomados directamente de ese mismo filme.
Pero aun cuando la influencia resultase evidente, el argumento no permanece arrimado a lo ya conocido, y en distintos momentos hace gala de un dinamismo que es, simultáneamente, novedoso e inspirado por arcos propuestos en el Universo Expandido de la saga (eliminado por Disney del nuevo canon oficial).
Desde luego merece mención aparte el aspecto visual, pues es uno de los ejes que colocan a la película en sintonía total con la primera trilogía. Aquí hay lucimiento de efectos prácticos registrados frente a la cámara, de forma que las imágenes creadas por computadora se destinan a las secuencias que eran imposibles de obtener bajo cualquier otro método de filmación.
En otras palabras, la sensación de estética falsa que dejaron particularmente los Episodios II y III, aquí brilla por su ausencia.
El despertar de la Fuerza es una cinta emocionante, nostálgica, impactante y emotiva, capaz de generar palpitaciones aceleradas y nudos en la garganta. Coloca a la audiencia en territorio conocido, a la vez que plantea en el mythos nuevas vías que evidentemente serán desarrolladas en las dos entregas subsecuentes.
Es la Star Wars que tanto hacía falta en la saga, y eso debemos agradecérselo a Abrams y Kasdan, quienes nos recordaron por qué esta franquicia guarda un lugar tan preciado en nuestros corazones.
Calificación: 9.5/10
Star Wars: El despertar de la Fuerza (Star Wars: The Force Awakens)
País: Estados Unidos
Año: 2015
Dirección: J.J. Abrams
Guion: Lawence Kasdan, J.J. Abrams y Michael Arndt
Elenco: Harrison Ford, Mark Hamill,Carrie Fisher, Adam Driver, Daisy Ridley, John Boyega, Oscar Isaac y Peter Mayhew