La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha lanzado una serie de alertas sobre fallas en diversos modelos de automóviles de las marcas KIA, Toyota y Mazda, destacando que algunos defectos podrían comprometer la seguridad de los conductores y pasajeros. A través de comunicados oficiales en sus redes sociales, la dependencia ha instado a los propietarios de estos vehículos a estar atentos y a seguir las recomendaciones para evitar incidentes.
Entre los modelos afectados se encuentran el KIA Sedán y el KIA Rio, que presentan un riesgo potencial de eventos térmicos en el módulo HECU (unidad de control hidráulico electrónico). Este problema se origina por un mal funcionamiento eléctrico de un fusible que podría incrementar la posibilidad de un incidente. Profeco ha informado que un total de 16,913 unidades, fabricadas entre 2015 y 2017, están involucradas en esta alerta. La empresa contactará a los propietarios mediante correos electrónicos y mensajes a través de la aplicación MyKia+ para coordinar inspecciones y, si es necesario, la sustitución del fusible y la cubierta superior.
Por su parte, Toyota ha identificado un problema en los modelos Cross y Corolla Híbridos, donde, bajo ciertas condiciones, el pedal de freno podría experimentar un endurecimiento temporal al girar, lo que podría aumentar la distancia de frenado. Este incidente involucra 13,493 unidades fabricadas entre 2023 y 2025. Toyota se comunicará con los dueños a través de cartas físicas y ha habilitado un portal en línea para que los usuarios verifiquen si sus vehículos están sujetos a una revisión.
Finalmente, Mazda ha emitido una alerta sobre los modelos CX90 y CX70, que podrían presentar fallas en las luces de advertencia del desempañador y el cinturón de seguridad, así como en el monitor de visión 360°. Esta situación se debe a un problema de programación en el software de la Unidad de Suministro Eléctrico (ESU). Mazda contactará a los propietarios mediante correos certificados y ha implementado un sistema de alertas en sus distribuidores autorizados para facilitar la revisión y corrección de los vehículos afectados.
Profeco y los fabricantes involucrados recomiendan a los propietarios de estos modelos estar atentos a las comunicaciones y seguir las instrucciones proporcionadas para garantizar la seguridad en la conducción.
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