El propietario de la funeraria Amor Eterno, Jesús Manuel G. O., a quien se relaciona con el crematorio Plenitud, donde hace casi dos meses se encontraron 386 cuerpos sin incinerar, resultó ser un presunto sicario y fue detenido por la Unidad de Delitos Contra la Vida de la Fiscalía General de Chihuahua, en la zona Norte del Estado, acusado de matar a balazos a un empleado de un negocio dedicado a lavar autos, por una deuda de drogas.
El empresario quedó arrestado a partir de una orden de aprehensión, luego de que se le identificó gracias a una cámara de video del establecimiento donde habría perpetrado el crimen.
La víctima de ese delito, cometido el pasado 8 de agosto, era un hombre de aproximadamente 50 años identificado como Lucio Ramón G.C., informó un agente investigador.
Meses antes de ser vinculado a proceso por este homicidio, Jesús Manuel G. O. ya había enfrentado a las autoridades. En abril pasado fue detenido por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) tras la denuncia de un intento de “levantón” en la avenida De La Raza.
De acuerdo con la información, en esa ocasión fue capturado a bordo de una carroza de la funeraria Amor Eterno, junto con dos empleados de la misma empresa y fue puesto a disposición de la Fiscalía por los delitos de lesiones y daños, aunque recuperó su libertad días después.
Actualmente, las indagatorias apuntan a su probable responsabilidad en el asesinato de Lucio. Por ello, la autoridad judicial determinó su vinculación a proceso por el delito de homicidio calificado.
Las indagatorias ministeriales establecieron que, entre las 19:30 y las 21:00 horas del 8 de agosto, el imputado habría accionado un arma de fuego contra la víctima en la intersección de Paseo de la Victoria y Paseo de los Nogales.
