La cultura japonesa es una de las que más horas destina al trabajo dejando de lado el descanso, pues ser productivos es esencial en ese país, por lo que no es raro que los empleados pasen largas jornadas de trabajo en la oficina.
Incluso, es sabido que muchos hombres de negocios se quedan dormidos en las calles y estaciones del Metro con todo y sus trajes puestos, pues el cansancio los alcanza en el lugar menos esperado.