Apostamos a que, desde hace un par de días, Michael Bay debe sentirse un tanto desconcertado cuando ve los titulares de la prensa: con tanta noticia apocalíptica llegando desde la Casa Blanca, el Departamento de Estado y otras instituciones de EE UU, el director más explosivo debe pensar que la realidad está ganándole la partida a sus películas, por lo catastrófico.
Tal vez por ello, Bay maneja ahora un proyecto en el que participará como productor, y cuyos derechos ha comprado Universal por una cantidad que se adivina muy elevada. Su título será Little America, y su se trata de una distopía futurista centrada en un presidente muy parecido a Donald Trump.
Según The Hollywood Reporter, Little America será una historia de “sci-fun” (en lugar de “sci-fi”, “ciencia ficción”) en la que la mala gestión del gobierno de EE UU ha arruinado al país, poniéndolo bajo el control de multinacionales chinas. El protagonista sería un ex comando de élite, contratado por un millonario asiático para asaltar “un gueto americano” y rescatar a su hija secuestrada.
De acuerdo con la misma fuente, el tono de la película sería muy similar al de 1997: Rescate en Nueva York, el clásico de John Carpenter. Una pena que, probablemente, Bay no vaya a dirigir el filme, porque este le permitiría rescatar ese talento suyo para la farsa grotesca que tanto le lució en Dolor y dinero.
