La Policía Metropolitana (PM) no cuenta con un reglamento y su grupo de élite tampoco tiene resultados que presumir. Esto se suma a su base improvisada, la falta de uniformes y el maltrato que reciben de sus mandos, por lo que el grupo de élite de 63 uniformados se siente invisible. Los uniformados reconocieron que mandos medios han intentado atender reportes, pero esto fue impedido por superiores, uno de ellos el jefe del grupo de élite, Gustavo Gutiérrez, quien argumenta que no pueden salir sin la orden del comisario Arturo González.