Es difícil para los empleados separarse del trabajo pendiente, pero un estudio sugiere que planificar esas tareas los ayudaría. Escribir cómo, cuándo y dónde finalizarlas permite que los trabajadores disfruten sus noches.
«Cuando las metas no se cumplen, aun fuera de la oficina, nos quedan dando vuelta en la cabeza», dijo el autor principal,
Brandon Smit, de la Ball State University, en Indiana.
A la noche, la gente dedica más tiempo a pensar en las tareas pendientes que en las metas que cumplió, según publica Smit en Journal of Occupational and Organizational Psychology.
«Sabemos que interrumpir el trabajo reduce la fatiga y mejora el ánimo de los empleados. Hasta anticipa un mejor rendimiento laboral al día siguiente y eso no incluye los beneficios de pasar tiempo con la familia y los seres queridos», agregó.
A través del sitio Mechanical Turk, de Amazon, Smit entrevistó a 103 personas con dos cuestionarios online por día durante cinco días de trabajo: uno a la salida del trabajo y otro antes de dormir.
Más de la mitad de los participantes trabajaba desde su casa ocasionalmente o casi todos los días, mientras que la mayoría trabajaba 40 horas por semana y ninguno estaba desempleado. Al azar, la mitad de los participantes recibió instrucciones sobre cómo planificar el trabajo pendiente.
Un analista de créditos, por ejemplo, incluyó en su lista de metas incompletas «responder el llamado de clientes sobre disputas financieras».
Su plan incluyó: «Ir al trabajo y empezar a llamarlos a las 10:00 del centro de llamadas de la oficina. Conectarme con mi computadora y llamar a los clientes con el teléfono de líneas múltiples para pedir más información sobre las disputas. Luego de investigar y verificar la evidencia, tomar una decisión y enviarle una carta al cliente».
Los participantes que escribieron un plan para terminar las tareas pendientes al final del día de oficina pasaron menos tiempo a la noche pensando en esas obligaciones que el grupo de control que no hizo ese plan. El autor aclaró que la planificación sólo les sirvió a los participantes con altos niveles de compromiso con su trabajo.
«Cada vez más personas no pueden desconectarse del trabajo y relajarse», dijo Mark Cropley, de la Universidad de Surrey, en
el Reino Unido, quien no participó del estudio.
Autor del libro «The Off Switch: Leave work on time, relax your mind but still get more done», Cropley agregó: «Una de las mejores maneras de desconectarse es adoptar y sostener un hobby que oriente el pensamiento».
Smit recomendó ponerse límites de horario, como dejar de trabajar a las 18:00, o crear barreras físicas, como no revisar el correo electrónico del trabajo en casa, para separar la vida personal del trabajo.