Por: Salvador Cosío Gaona
Las sectas están de moda, por lo menos en Guadalajara, donde con la promesa de brindar diversa ayuda a las personas que atraviesan alguna crisis emocional y aprovechándose de su vulnerabilidad, se han internado en territorio jalisciense haciéndose pasar por grupos de “coaching”, provenientes principalmente de países de centro y Sudamérica. La realidad es que se trata de una nueva modalidad de estafa a través de la autoestima que ha penetrado en nuestro país en los últimos años, siendo las mujeres las principales víctimas que corren el riesgo de sufrir abusos físicos y económicos sin menoscabo de perder su voluntad ante actos de vejaciones y humillaciones.
Se trata de las llamadas «sectas de coaching», grupos de autoayuda que prometen arreglar la vida de quienes se sienten deprimidos, tristes, confundidos o sienten que sus vidas no tienen valor alguno, para, aprovechándose de esa situación de vulnerabilidad, despojar a las personas de sus recursos económicos y de su voluntad.
Primero empiezan aportando una cantidad significativa para integrarse que puede ser de hasta 6 mil pesos, pero en la medida que personas con problemas como soledad o tristeza se hacen codependientes el costo va aumentando o hunde a los asistentes en un problema mayor que los que enfrentaban en un principio.
De acuerdo a un reportaje de la cadena Televisa se profundizó en el funcionamiento de estos grupos, considerados por las autoridades como una nueva modalidad de estafa que empieza a crecer en el país.
La mecánica de «enrolamiento» consiste en un proceso de tres pasos llamados descongelar, cambiar y volver a congelar a partir de cuatro pilares: control de la conducta, control de la información, control del pensamiento y control emocional.
“Pero una vez que atraen a sus víctimas, las sectas pueden llegar a convertirse en algo esclavizante y abusivo», señala la televisora luego de resaltar que este tipo de grupos llegaron de otros países como Argentina, donde enfrentan demandas de personas con daños psicológicos y emocionales.
Algunas, con el pretexto de «hacer más fuertes» a sus seguidores, los hacen objeto de insultos y gritos para bajarles el autoestima y hacerlos sentir miserables. Después, los convencen de comprar sus cursos y los obligan a reclutar nuevos miembros y a vender boletos para eventos y rifas.
Algunos de los cursos consistente en ejercicios violentos que dejan a las personas con lesiones físicas. Como los talleres se realizan en lugares cerrados, sin ventilación, oscuros y húmedos, se crea un ambiente para que los asistentes sean adoctrinados incluso en contra de sus familias.
Después de varias pruebas, algunas obligan al cliente a regalar tres meses de trabajo y a conseguir nuevos reclutas hasta entrar en un círculo vicioso en el que los hacen creer que el grupo de autoayuda es todo lo que les queda.
El coaching está muy orientado al ámbito empresarial y al mundo de los negocios, explica el Semanario Arquímedios.
“Colgándose de esta técnica han aparecido organizaciones como Mexwork, Stratega y Creo Coaching, que empleando estrategias de extorción emocional, muy similares a las utilizadas por las sectas, martirizan emocionalmente a los asistentes a sus eventos convenciéndolos que sus vidas y personas están mal; que han fracasado profesionalmente.
Los someten a sesiones sumamente estresantes en las que incluso su integridad física se ve comprometida.
Son personas que en otras circunstancias optarían por comprar un libro de autoestima; o estarían, en el peor de los casos, en las filas de alguna secta religiosa: son enganchadas, fácilmente por estas organizaciones; las cuales los convencen de que deben comprar sus cursos y talleres.
Como lo precisa el portal Big Data, Mexwork logra “capacitar” a 160 personas en cinco días, que previamente hicieron un depósito de 6 mil pesos por el curso embolsándose así 960 mil pesos por semana. Es un buen negocio.
Estos innovadores predicadores seculares son tan convincentes como muchos líderes sectarios; con la particularidad de que a diferencias del líder carismático pseudo-religioso, estos gurús del coaching sólo quieren esquilmar a sus clientes; no les interesa reclutarlos de por vida; les abren la puerta, después de esquilmarlos, para que regresen a su mundo con menos dinero y sin otro dividendo que consejos reciclados de la literatura de superación personal.
Este fenómeno es muy sintomático de lo que le ocurre y padece el ser humano hoy en esta sociedad, donde todo es incierto y confuso; la mayoría busca algo en que creer; anhela un principio de certidumbre. Por eso es diligente con el pastor o guía que promete remediar esa angustia y cansancio que hacen zozobrar las menesterosas almas”.
Ahora mismo se lleva un juicio en Estados Unidos contra Keith Raniere, uno de los fundadores de NXIVM, una organización con sede en Albany- Estado de Nueva York.
Raniere era uno de los fundadores de un grupo que surgió en los años noventa en un suburbio de Albany, en el estado de Nueva York, y que se promocionaba como una organización de autoayuda que ofrecía el camino hacia una mayor satisfacción personal. Ofrecía talleres, como los “Programas de Éxito Ejecutivo”, que prometía a los participantes una vida llena de sentido.
Raniere, de 58 años, ha sido acusado de crimen organizado, suplantación de identidad, extorsión, trabajo forzado, lavado de dinero, fraude electrónico y tráfico sexual.
@salvadorcosio1
