Parecía una película de acción: vehículos incendiados, bloqueos de avenidas, asesinatos, negocios en llamas, riña en un penal y personas aterrorizadas huyendo, pero fue realidad: una ola de violencia pasó por cuatro estados de México la semana pasada y, con ella, el crimen organizado busca generar terror.
Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California, los dos últimos frontera con Estados Unidos, fueron azotados en días consecutivos entre martes a viernes pasados, con Ciudad Juárez (Chihuahua), con ataques a civiles, y Tijuana (Baja California), con decenas de autos incendiados, como las ciudades más azotadas.