El alcalde de Nueva York quiere que la mayor ciudad de Estados Unidos sea también el lugar más caro para adquirir cigarrillos, como parte de una campaña antitabaquismo.
El demócrata Bill de Blasio anunció su apoyo el miércoles a una serie de propuestas legislativas para reducir drásticamente el uso de tabaco en la ciudad para el año 2020. De Blasio dijo que su objetivo es reducir el número de fumadores en 160.000. Se estima que 900.000 residentes de Nueva York son fumadores.
El plan es incrementar su precio de 10,50 a 13 dólares.
«Hoy estamos hablando de salvar vidas», dijo la doctora Mary T. Bassett, comisionada de salud de la ciudad, que se presentó con el alcalde en las oficinas de la Asociación Estadounidense del Corazón. «Queremos hacer más fácil dejar los cigarrillos y más difícil fumar».
Las propuestas serán presentadas en audiencias este mes.
El concejo municipal considerará además legislación para reducir gradualmente a la mitad el número de licencias emitidas a minoristas para vender productos de tabaco. Filadelfia y San Francisco tienen restricciones similares.
Un estudio de la Asociación Estadounidense del Cáncer concluyó que 8.992 comercios tenían licencia para vender tabaco en Nueva York en octubre del 2016 y una tercera parte de esos negocios estaban dentro de una distancia de 500 pies (150 metros) de una escuela.
Otras propuestas fijarían precios mínimos y crearían impuestos sobre tabaco sin humo y uros pequeños y requerirían que los vendedores de cigarrillos electrónicos obtuviesen licencias.
