El mal tiempo invernal que azota a Estados Unidos este fin de semana ha dejado un devastador saldo de al menos nueve muertes, con ocho víctimas fatales registradas en Kentucky, donde un niño de siete años y su madre están entre los fallecidos. Además, una persona perdió la vida en Georgia debido a los efectos de las fuertes lluvias y tormentas eléctricas que han causado inundaciones extremas y apagones en diversas regiones del país.
Durante una rueda de prensa, el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, calificó la situación como uno de los fenómenos meteorológicos más graves que ha enfrentado el estado en la última década. «Podemos confirmar la muerte de ocho residentes», declaró Beshear, quien había declarado el estado de emergencia antes de que la tormenta azotara la región, un anuncio que fue respaldado por la Casa Blanca.
El gobernador instó a los ciudadanos a mantenerse en alerta, advirtiendo sobre el cierre de más de 300 carreteras como resultado de las inundaciones. «El impacto a nivel estatal es histórico», subrayó Beshear en sus redes sociales, mientras la situación se tornaba cada vez más crítica. Las muertes han sido atribuidas a vehículos atrapados en calles anegadas, y el gobernador advirtió que el número de víctimas podría aumentar.
«Creemos que esta cifra va a aumentar. Esperamos que no aumente rápidamente ni mucho más, pero una forma en la que puede ayudarnos a garantizar que tengamos la menor cantidad posible de víctimas mortales es no salir a la carretera», exhortó Beshear. Miles de residentes han sido rescatados de sus hogares anegados, aunque se ha comenzado a restablecer el servicio en algunas áreas.
Las imágenes mostradas durante la conferencia de prensa evidencian la magnitud de las inundaciones, que también han dejado a aproximadamente 39,000 hogares en Kentucky sin electricidad, cifra que podría incrementarse debido a los fuertes vientos. La crisis ha llevado al cierre del departamento de emergencias del centro médico Kentucky River en Jackson, que ha tenido que transferir a todos sus pacientes a otros hospitales de la región.
En Georgia, un hombre falleció cuando un árbol enorme cayó sobre su vivienda. Los reportes indican que en varios estados, árboles caídos, vehículos sumergidos y residencias inundadas son una constante. En Tuscumbia, Alabama, el alcalde informó que fuertes vientos provocaron la pérdida de techos en varias escuelas.
Además, deslizamientos de tierra han bloqueado carreteras en Virginia, complicando aún más la situación. El Servicio Nacional de Meteorología ha emitido advertencias sobre la llegada de una tormenta invernal que continuará trayendo lluvias excesivas, tormentas eléctricas severas y temperaturas frías en diversas partes del país, con fuertes nevadas pronosticadas para el norte de Nueva York y Nueva Inglaterra hasta la madrugada del lunes.
La combinación de estos factores climáticos ha dejado a miles de estadounidenses enfrentando una difícil situación, mientras las autoridades trabajan para mitigar el impacto de esta inclemencia invernal.
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