Por: Verónica Juárez Piña
Diversos colectivos de jóvenes han organizado actos de protesta en la Ciudad de México contra la militarización del Sistema de Transporte Colectivo, para exigir que se destine un mayor presupuesto al Metro, a fin de evitar más accidentes y garantizar la seguridad de millones de usuarios.
En lugar de atender estos reclamos legítimos, las autoridades han inventado supuestos intentos de sabotaje y orquestado una estrategia de persecución contra las y los jóvenes. Este afán de desviar la atención sobre los problemas reales del Metro ha tenido como saldo dos personas detenidas y una persecución mediática contra quienes exigimos que la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, cumpla con su responsabilidad.
Una de las víctimas es Hendrik Ortega, estudiante de la UNAM y dirigente juvenil del Partido de la Revolución Democrática, quien fue aprehendido por elementos de la Guardia Nacional mientras se manifestaba en la estación Tlatelolco. Hendrik fue puesto en libertad al no poderle fincar delito alguno.
Otra es una ama de casa, quien fue detenida luego de que se le cayera una pieza de lavadora a las vías, acusada por el delito de ataques a las vías de comunicación, que se castiga con penas de 1 a 4 años de prisión y multas de hasta 200 días del salario mínimo. La usuaria ya fue exonerada por la Fiscalía General de la Ciudad de México al no encontrarle elementos de prueba suficientes para iniciarle un proceso penal.
Este caso fue exhibido por las autoridades como pruebas de los supuestos “sabotajes” al Metro con todo un espectáculo mediático. Ante su exoneración, la víctima no ha recibido una disculpa pública por parte de la Jefatura de Gobierno.
En este contexto, Sebastián Ramírez, presidente de Morena en la Ciudad de México, acusa a quien esto escribe de estar detrás de las movilizaciones de las y los jóvenes. Son, por supuesto, acusaciones sin fundamento ni pruebas, y en realidad lo que busca Morena es impedir las genuinas protestas por los accidentes que se han registrado en el Metro, para ocultar la incompetencia de las autoridades y los resultados negativos del brutal recorte aplicado durante cuatros años al Sistema de Transporte Colectivo.
Si bien algunas y algunos de los jóvenes que han participado en las protestas forman parte del PRD, las manifestaciones de inconformidad han nacido de la legítima expresión de las juventudes en contra de la militarización de nuestro país, por lo que en ellas se han incorporado usuarias y usuarios que transitaban por las estaciones en las que se encontraban nuestros compañeros y compañeras.
Las expresiones de nuestros compañeros y compañeras del PRD son legítimas y no necesitan patrocinio alguno. Negar su legitimidad, constituye un atentado en contra de su rebeldía natural, su libre determinación y su esfuerzo para lograr la paz en nuestro país.
El PRD se ha pronunciado reiteradamente en contra de la militarización de la vida pública de México y, particularmente, de la Guardia Nacional. Expresamos nuestro reconocimiento a las y los mexicanos que, en el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, arriesgan sus vidas en contra de la delincuencia organizada, sin embargo, no compartimos la visión militarista del Presidente y nos pronunciamos por el fortalecimiento de las instituciones civiles que hemos construido a lo largo de las últimas décadas.
Es por lo anterior que, convencida de la importancia de la participación de las juventudes en la vida política de nuestro país, les expreso mi reconocimiento y solidaridad a quienes se han manifestado y, como consecuencia, han sido hostigados, detenidos y reprimidos por la Guardia Nacional y el gobierno de Claudia Sheinbaum.
