Nissan Motor ha anunciado la suspensión de nuevos pedidos para dos modelos de SUV Infiniti, el QX50 y QX55, fabricados en su planta de Aguascalientes, México, destinados al mercado estadounidense. Esta decisión se produce tras la implementación de aranceles que podrían alcanzar hasta un 52% sobre estos vehículos, como resultado de las políticas comerciales del expresidente Donald Trump.
La automotriz japonesa ha optado por pausar cualquier pedido adicional en Estados Unidos para estos modelos, aunque ha señalado que la producción continuará para su distribución en otros mercados. La medida se enmarca en un contexto de incertidumbre comercial y cambios en las regulaciones arancelarias que han afectado a diversas industrias.
Por otro lado, Nissan informó que mantendrá dos turnos de producción del SUV Rogue en su planta de Smyrna, Tennessee, a pesar de haber considerado previamente la reducción de uno de estos turnos. Esta decisión refleja un ajuste en su estrategia operativa en respuesta a las fluctuaciones del mercado.
Con la pausa en la producción de los SUV Infiniti, la compañía busca adaptarse a un entorno comercial cada vez más complejo y asegurar su competitividad en el sector automotriz. La situación destaca la interconexión entre las políticas comerciales de Estados Unidos y las operaciones de fabricación en México, un tema que continúa generando debate y análisis en la industria.
Con información de Aristegui Noticias.
