Martín, de apenas seis meses, abandona los brazos de su padre y, en medio de la luz tenue de un espacio decorado como si fuera el firmamento, avanza y se sumerge en un ambiente en el que sus sentidos se activan para desarrollar sus capacidades artísticas, lingüísticas, cognitivas, motrices y sociales.
Esa es la apuesta de Nidos, un programa que tiene como objetivo aportar al desarrollo integral de los niños a través de la garantía de sus derechos culturales.