El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, acusa a Estados Unidos de utilizar su despliegue naval en el Caribe como una estrategia de presión y amenaza política contra los países latinoamericanos. Durante un acto por el 46 aniversario del Ejército nicaragüense en Managua, Ortega calificó el operativo antidrogas estadounidense como una «payasada» y afirmó que el despliegue de buques militares busca «amedrentar a los gobiernos latinoamericanos» y «derrocar gobiernos».
Ortega afirmó que Estados Unidos tiene suficientes medios para controlar el narcotráfico en su propio territorio y cuestionó la legitimidad de las acciones militares en aguas cercanas a Venezuela, país que también ha denunciado las maniobras como una amenaza a su soberanía. El mandatario nicaragüense criticó además el ataque de las fuerzas estadounidenses contra una embarcación venezolana, en el que murieron 11 presuntos narcotraficantes, y cuestionó la evidencia presentada por Washington, calificando el incidente como «todo un teatro».
El líder sandinista también señaló que la presencia militar estadounidense en la región forma parte de una estrategia para presionar y desestabilizar a los gobiernos latinoamericanos, en un contexto donde Nicaragua enfrenta críticas por su tendencia a consolidar un gobierno de carácter autoritario. Ortega, de 79 años y en el poder desde 2007, ha sido acusado por sus críticos de instaurar una «dictadura familiar» junto a su vicepresidenta Rosario Murillo, de 74 años, quien fue nombrada copresidenta en una reforma constitucional reciente.
El mandatario, que padece lupus e insuficiencia renal, ha sido visto en público con dificultades físicas, lo que ha alimentado especulaciones sobre una posible sucesión. En medio de estas tensiones, Nicaragua reafirma su postura de resistencia frente a las acciones militares y políticas de Estados Unidos en la región.
