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Ni Reelección, Ni Nepotismo en el siglo 21

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Por: Carlos E. Martínez Villaseñor

En un pais como México, el tema de la reelección ha sido un estandarte de campaña, una caja china, y muchas veces se ha reformado a lo largo de nuestra historia. Pero sólo hay algo de cierto que siempre defenderé en una reelección, y es la necesidad de un gobierno con visión a medio y largo plazo que es urgente; me refiero a estrategias firmes en el desarrollo y crecimiento de un municipio, un estado o el país; que sean estrictas, con independencia de qué partido ganó o qué líder o grupo político.

¿Porqué lo digo? porque en los 3 años municipales y los 6 años federales y estatales de administración, en las circunstancias actuales del escenario político, social y económico en el que vivimos, es muy difícil resolver las grandes necesidades que tenemos en el pais, localidad por localidad. Esa sería la única defensa que podría tener la reelección en México, en un panorama positivo, próspero y de buena voluntad; la realidad ante la ficción es otra, los cotos de poder, los grupos políticos, el posicionamiento geográfico, los intereses económicos…

Desde 1910, cuando en ese entonces era Presidente de México Porfirio Díaz, Francisco I. Madero impulsó la famosa y legítima frase “Sufragio Efectivo, No Reelección”. Que incluso, también se utilizó, solo que, en sentido contrario, con personajes como Benito Pablo Juárez García y Sebastián Lerdo de Tejada, en el siglo XIX. Nuestra historia misma, ha defendido la no reelección, por los diversos acontecimientos de batallas, asesinatos y tomas de ciudades antes de 1930, personajes como Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón, fueron modificando a lo largo de sus mandatos, comenzando por el presidencialismo. 100 años de historia sobre la NO REELECCIÓN.

Pasando a nuestros tiempos, el Senado analizó y aprobó esta propuesta enviada por la Presidenta de México. Se incluye en esta reforma, el nepotismo, importantísimo para romper completamente con la reelección; y por supuesto se descarta al poder judicial.

¿Qué se ha venido con ello? pues claro, partidos políticos que han vivido de la reelección de cargos públicos; partidos políticos que defienden sus cotos de poder geográficos, y que por supuesto, si evaluáramos, estoy seguro que ni los ciudadanos están de acuerdo en apoyarlos; muchas de las veces, no saben quiénes son, quienes los representan. Se acabó, a dar resultados. 

Por supuesto, otro punto que resultó polémico es a partir de qué año se ejecutará, importantísimo para la sobrevivencia de muchos. Lo comento, porque anteriormente sólo estaba reformado para cargos públicos como gobernadores y al presidente, ahora serían munícipes, diputados locales y federales, así como senadores. Algo muy importante también, seguimos y seguimos exigiendo servidores públicos electos de calidad, pero no estamos forzando que los servidores públicos de elección popular tengan cierto grado de estudio, cierto grado de conocimiento o estudio administrativo, económico, legislativo, jurídico; para dejar de contar con servidores públicos que dejen en problemas graves a sus ciudadanos por desconocimiento; creo muy importante reformar también ese punto.

Llegó el momento de que los partidos políticos, sean clave para impulsar, capacitar, reforzar sus filas… de trabajar para ganarse la confianza real de la sociedad. Repito, para no contar con un declive y un desequilibrio en los poderes del Estado, en sus cámaras de representantes, en sus congresos y en sus cabildos, se tiene que contar con los mejores, la elección popular no obliga conocimiento o grado académico; pero el desconocimiento también tiene responsabilidad.

Y lo he comentado en algunas ocasiones, dos partidos es lo que necesita nuestro país, una reforma completa, transcendental. Como dicen, “barrer con escoba grande”. Esta reforma histórica que defienda la autonomía, la democracia, la participación, el estado de derecho; la política en el país, se reforma entre ella misma, se modifica en sus acciones, se transforma en su labor y participación… el ciudadano quiere resultados, el país necesita a los mejores, el poder del pueblo quiere soluciones.