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Negacionistas y anti vacunas en mayor riesgo

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Por: Salvador Cosío Gaona

En medio de un devastador repunte de contagios por COVID-19, -que algunos llaman tercera ola, aunque en realidad se trate de una reactivación de la propagación de la enfermedad puesto que nunca se amainó por más que en periodo electoral se trató de ocultar-, y mientras la mayor parte de la población en el mundo espera tener pronto su esquema completo de vacunación, otras personas desconfían de líderes mundiales y las farmacéuticas, fomentando el rechazo a la inoculación y generando marchas que cada vez tienen más adeptos, aunque las estadísticas indiquen que el mayor porcentaje de nuevos enfermos y decesos por COVID-19 son aquellos que se negaron a ser vacunados. 

Cada día los servicios de noticias muestran más casos de personas que por alguna razón se distinguieron por su rechazo a las vacunas y que han perdido la vida.

Es el caso de David Parker, el dueño del club nocturno Louis, en North Yorkshire, quien durante la pandemia se convirtió en un activista antivacunas en el Reino Unido. En varias de sus publicaciones se mostraba desconfiado de los biológicos e incluso creía que había una especie de conspiración entre los medios de información y las farmacéuticas para difundir sus bondades frente a esta enfermedad. Pero no tuvo más tiempo, Parker, de 56 años de edad, falleció, dicen, tras luchar contra la enfermedad del coronavirus. 


El presentador de radio estadounidense Dick Farrel, conocido especialmente entre la extrema derecha estadounidense y, recientemente, por sus comentarios críticos con las vacunas del covid, falleció por complicaciones derivadas de la enfermedad que provoca el coronavirus SARS-CoV-2. Farrel, cuyo nombre real es Farrel Austin Levitt, perdió la vida la semana pasada a los 65 años. Seguidor de Donald Trump y convencido antivacunas, al menos al inicio, había abogado por no recibir la inyección que protege de los síntomas más graves de la enfermedad y se mostró muy escéptico con el doctor Anthony Fauci, el epidemiólogo encargado del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos. Su propia amiga, la misma que confirmó su fallecimiento, aseguró que él mismo había cambiado de opinión sobre la vacuna al contagiarse. «Él fue la razón por la que me vacuné. Me dijo que el virus no era ninguna broma y que ojalá él se hubiera vacunado también». «Yo era de esas personas que, como él, no se había vacunado. No confiaba en la vacuna, confiaba en mis sistema inmunológico. Ahora tengo más miedo de contraer el covid-19 que de los posibles efectos adversos de la vacuna, y me alegro de haberme vacunado», señaló. 

Un antivacunas de 46 años murió de coronavirus luego de no querer inmunizarse. Brian Lynch se infecto de COVID y luego, una vez en terapia intensiva, comenzó a recomendar la vacuna. Y hasta pidió que la gente no cometa el error que él cometió.

Lynch fue internado el 7 de julio y pasó semanas en cuidados intensivos, durante las cuales prometió a sus amigos que recibiría la vacuna si se recuperaba. En una publicación de Facebook desde su cama de terapia intensiva, Lynch dijo que se sentía «más asustado que nunca» y admitió que, equivocadamente «pensaba que los vulnerables eran sólo los ancianos».

El estadounidense Stephen Harmon tenía tan solo 34 años cuando murió de covid-19 hace apenas una semana. Negacionista y miembro de una comunidad ultrarreligiosa, se oponía a las vacunas contra el coronavirus y se había reído de las máquinas de respiración asistida, a las que llamaba «estúpidas».  Acabó intubado y falleció días después en un hospital de Los Ángeles.

Harmon, era miembro de una comunidad ultrarreligiosa de la iglesia de Hillsong, en California. Y se hizo conocido por defender sus teorías antivacunas: «tengo 99 problemas, pero la vacuna no es uno de ellos», escribió en un mensaje de twitter. Días después de este mensaje y tras minimizar la pandemia y desprestigiar los respiradores, acabó conectado a uno de ellos debido a la grave neumonía que le causó la covid-19. 


Un líder del Partido Republicano en Texas murió por Covid-19 el miércoles, pocos días después de cuestionar en redes sociales la efectividad de las vacunas.

Scott Apley, de 45 años, falleció por el coronavirus luego de haber sido ingresado en el hospital el domingo, según una página de GoFundMe que fue lanzada por la familia del político. Ahí se especificó que Apley tenía «síntomas de neumonía y dio positivo a Covid».

Por su parte, el Partido Republicano en el Condado de Galveston confirmó el deceso del miembro del Comité Ejecutivo estatal, aunque evitó precisar la causa. Hasta este jueves, la página de GoFundMe había recolectado más de 30 mil dólares.

Apley cuestionó en una publicación en Facebook, dos días antes de ser hospitalizado, la credibilidad de las vacunas.

«En 6 meses, hemos pasado del fin de la pandemia por las vacunas, al puedes contraer Covid incluso si te vacunas, al puedes pasar el Covid a otros incluso si te vacunas», decía la publicación.

En el pasado, Apley, que había sido elegido para el Consejo de la ciudad de Dickinson en noviembre pasado, se había opuesto a hacer obligatorias las mascarillas y la vacunación contra el coronavirus. En marzo compartió publicidad de un evento para quemar cubrebocas y en redes sociales criticaba a quienes compartían evidencia de las vacunas.

La muerte del político conservador, reseñada en medios estadounidenses, llega en un momento que los Gobernadores de Florida, Ron DeSantis, y de Texas, Greg Abbott, están en conflicto abierto con el Presidente Joe Biden por los mandatos de mascarilla, a los que los republicanos se oponen.

En tanto, particularmente en Europa, las manifestaciones de los llamados “antivacunas” van en aumento y expertos ven con desconfianza este movimiento que puede representar un alto riesgo a la salud pública. 

En el caso de México, el propio Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, ha reconocido en días pasados que la enorme mayoría de las personas que están siendo hospitalizadas por COVID-19 no han sido vacunadas. “Como habíamos dicho hace un par de semanas, el 97 por ciento de las personas hoy hospitalizadas no se vacunaron. El 3 por ciento restante son personas que tienen alguna enfermedad que causa inmunodepresión importante y posiblemente eso está contribuyendo a que no tengan toda la efectividad de la vacuna”, puntualizó.

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@salvadorcosio1 

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