Ana Neves, una estudiante de 17 años que recibió un pastel de regalo de forma anónima, falleció por un paro cardíaco provocado porque dicho postre estaba envenenado.
De acuerdo con medios locales de Brasil, en donde ocurrió el infortunio, la menor se encontraba en casa cuando llegó el misterioso paquete, mismo que no llevaba alguna tarjeta de algún remitente y Ana pensó que se trataba de algún admirador secreto.
Al abrirlo sacó un pastel que incluso tenía al interior del paquete unas tarjetas con cariñosos mensajes para la joven, por lo que la víctima confirmó que podía tratarse de un seguidor y se dispuso a comer el pastel.
Comió frente a sus familiares el regalo, pero horas más tarde inició la pesadilla cuando presentaba fuertes síntomas de malestar y la llevaron de inmediato al hospital, aunque no encontraron alguna infección que ameritara su estadía y fue dada de alta.
Horas después volvió a ser trasladada a la clínica en calidad de urgencia, pero no sobrevivió. Durante el tiempo que estuvo en el hospital estuvo acompañada de su amiga, quien la visitaba y cuidaba.
El 1 de junio falleció por un paro cardiaco que fue provocado tras envenenamiento por arsénico, resultado arrojado luego de llevar a cabo la autopsia. Esto fue denunciado ante las autoridades que comenzaron las pesquisas.
Fue el repartidor del postre quien delató a la amiga de Ana, quien en el interrogatorio confesó lo que había hecho e indicó que la compra del veneno fue por internet.
Acotó que no deseaba asesinar a la joven, únicamente causarle un ‘susto’, pues ya lo había hecho con anterioridad. El 15 de mayo hizo lo mismo con Kamilly Da Silva, quien fue a dar al hospital por intoxicación, pero sí sobrevivió.
El pastel fue adquirido en un negocio llamado ‘Menina Trufa’, que se deslindó de los hechos y la dueña indicó en un comunicado que lo vendió a una persona desconocida, aunado de no saber para qué lo quería en realidad.