La fracción edilicia de Morena en el Ayuntamiento de Guadalajara elevó su voz este miércoles para denunciar dos de las principales crisis que enfrenta la capital jalisciense: la represión institucional contra comerciantes del Parque Rojo y la grave escasez de agua potable que afecta a diversas colonias. La postura, presentada en rueda de prensa, refleja la preocupación por el rumbo que toma la ciudad ante estos desafíos.
Durante el encuentro, el regidor Juan Alberto Salinas Macías criticó duramente la gestión del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), acusando a sus responsables de mostrar “ineficacia, ineptitud y corrupción”. Según explicó, existe una política de represión contra el comercio ambulante, que busca limpiar la imagen urbana con fines políticos y estéticos, en detrimento de los derechos de los trabajadores informales.
En relación con el conflicto en el Parque Rojo, la regidora Mariana Fernández denunció el desplazamiento de aproximadamente mil a mil 500 comerciantes bajo el argumento de una remodelación en vísperas del Mundial 2026. Fernández reprochó que, tras años en el sitio, estos trabajadores hayan sido tratados como delincuentes, incluso con operativos policiales excesivos que culminaron en la detención de nueve personas, en su mayoría mujeres. La representante acusó que esas acciones reflejan una política de control del espacio público que favorece a sectores privilegiados, en particular a allegados del gobierno.
Por su parte, Salinas Macías criticó que la responsabilidad de estos operativos recae en Bernardo Fernández, jefe de gabinete, quien, según afirmó, utiliza su posición para beneficiar a sus contactos del Country Club y reprimir a las comunidades más vulnerables. “Lo que ha regresado a Guadalajara es la opresión, las vallas y la ciudad de los privilegios”, afirmó.
En el segmento dedicado a la crisis hídrica, la misma regidora Fernández mostró una lista de colonias afectadas por el desabasto, denunciando la falta de acciones concretas por parte del Ayuntamiento. Cuestionó la participación de la alcaldesa Verónica Delgadillo en eventos internacionales, sugiriendo que, en lugar de gestionar recursos para mitigar la crisis, “protege su imagen en foros internacionales”. La regidora Teresa Naranjo enfatizó que la falta de agua representa una violación a los derechos humanos, señalando que muchas madres llevan a sus hijos a la escuela sin poder bañarse, lo que refleja una ciudad “indolente” y desconectada de las necesidades básicas de su población.
La fracción de Morena propuso acciones concretas, como la compra de pipas de agua para distribuir en las colonias más afectadas, criticando que los recursos municipales se gasten en eventos y contratos con empresas allegadas en lugar de atender los problemas urgentes. Además, cuestionaron el incremento tarifario del 12.5% aprobado para el SIAPA, señalando la falta de transparencia sobre los beneficios que traerá a la ciudad.
En respuesta a las inquietudes sobre el actuar policial, Fernández aclaró que la responsabilidad recae en quienes ordenan las operaciones y no en los elementos policiales, quienes, dijo, son utilizados como herramientas de represión. La representante también expresó la necesidad de mejorar las condiciones laborales de policías y bomberos, que llevan años con presupuestos limitados, y no solo aumentar sus salarios de manera superficial.
Finalmente, la fracción de Morena advirtió que estos problemas no solo reflejan una crisis del agua o del comercio informal, sino que evidencian un modelo de ciudad que favorece a unos pocos. Salinas Macías concluyó que mientras otras ciudades, como la Ciudad de México, buscan integrar a sus colonias en el desarrollo, en Guadalajara la respuesta sigue siendo la exclusión y la represión, lo que, en su visión, solo profundiza la división social y económica en la ciudad.