Dos migrantes venezolanos ilegales son los presuntos responsables del asesinato de Jocelyn Nungaray, una niña de 12 años, cuyo cuerpo fue encontrado en un arroyo de Houston, Texas, luego de que desapareciera mientras caminaba a una tienda de abarrotes.
Franklin Jose Pena Ramos, de 26 años, y Johan Jose Rangel Martínez, de 21, presuntamente atrajeron a la niña bajo un puente, donde la desnudaron hasta la cintura y la violaron brutalmente durante dos horas, según nuevos documentos judiciales citados por el NY Post.
Según se informó en el tribunal del condado de Harris, los acusados ataron las manos de Jocelyn a la espalda durante el ataque, la estrangularon y luego arrojaron su cuerpo a un arroyo. Sus pies también estaban atados y su espalda presentaba cortes.
Además, las cámaras de vigilancia captaron a ambos sospechosos entrando a un 7/11 con Jocelyn la noche de su asesinato y luego caminando hacia el puente donde se encontró su cuerpo, medio desnudo y estrangulado.
La familia de Jocelyn afirmó que ella se escapó de su casa la noche de su desaparición y en algún momento se encontró con los sospechosos.
Jocelyn tenía un futuro increíble por delante, y estos monstruos le arrebataron esa oportunidad”, dijo la madre de la menor Alexis Nungaray. “Ella era asombrosa, aún veo su rostro en mi mente todos los días. Estos monstruos tomaron esa oportunidad de ella y de nuestra familia”, agregó.
Según los fiscales, después del asesinato, Pena Ramos pidió dinero a su empleador en un sitio de construcción para huir de la ciudad.
Ambos hombres enfrentan cargos de asesinato capital por la muerte de Jocelyn. Aunque los cargos actuales no contemplan la pena de muerte, la fiscal del distrito del condado de Harris, Kim Ogg, dijo que no se ha descartado esta posibilidad.
Durante la audiencia de este lunes, el juez consideró a Pena Ramos como un riesgo de fuga y fijó su fianza en 10 millones de dólares, el doble de lo solicitado por los fiscales y diez veces más de lo que pidió la defensa.
Así mismo, se informó que Pena Ramos cruzó ilegalmente la frontera sur en El Paso, Texas, el 28 de mayo, afirmando que viviría con su primo en Houston.
Fue equipado con un monitor de tobillo para rastrear su ubicación durante 21 días, pero lo cortó dos días después de que se encontrara el cuerpo de Jocelyn.
Rangel Martínez, por su parte, ingresó al país por El Paso el 14 de marzo y también recibió un monitor de tobillo, que se le retiró en mayo al no tener antecedentes penales conocidos.