La realidad mexicana revela un panorama alarmante: mientras los índices de obesidad y sobrepeso continúan en aumento, la lucha contra la desnutrición no muestra mejoras significativas. Este doble fenómeno refleja las profundas desigualdades y desafíos estructurales que enfrenta el país en materia de salud y alimentación.
Obesidad en aumento: un país en riesgo
Según el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud, en la semana 33 de 2025 se reportaron 148,447 casos de obesidad en mujeres y 283,274 en hombres, sumando un total de 431,721 casos. Esta cifra representa un incremento del 4.5% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se registraron 413,029 casos. Aunque estos datos corresponden a personas atendidas y diagnosticadas, se estima que existe un subregistro que podría ser aún mayor.
Los estados con mayor número de casos son Estado de México (48,492), Ciudad de México (43,137), Jalisco (34,766), Nuevo León (29,676) y Veracruz (26,266). La tendencia indica que la obesidad sigue siendo un problema de salud pública que requiere atención urgente.
Desnutrición: una problemática que no cede
Por otro lado, la Secretaría de Salud reporta que la desnutrición también presenta cifras preocupantes. A la semana 33 de 2025, hay 33,830 casos de desnutrición leve, 8,306 de moderada y 4,185 de severa. En comparación con el año anterior, estos números muestran un incremento del 4.42% en la desnutrición leve, del 7.1% en moderada y un alarmante 20.4% en casos severos.
Los estados con mayor incidencia en desnutrición severa son Chihuahua (467 casos), Nuevo León (418), Estado de México (347), Jalisco (284) y Ciudad de México (223). La persistencia de estos niveles refleja una problemática que afecta especialmente a las poblaciones más vulnerables.
La relación con la diabetes: una epidemia imparable
Este escenario se agrava con el aumento de casos de diabetes mellitus, que en la semana 33 de 2025 alcanzaron los 354,702, frente a los 317,833 del año anterior. La relación entre obesidad, desnutrición y diabetes evidencia un ciclo vicioso que pone en jaque la salud pública mexicana.
En conclusión, México enfrenta una crisis multifacética que requiere acciones integrales y sostenidas para revertir estas tendencias y garantizar una alimentación saludable para toda su población. La lucha contra la malnutrición en todas sus formas es, sin duda, uno de los mayores retos del país en los próximos años.
