En la reciente cumbre del G7, México fue ampliamente reconocido por su participación activa y su enfoque en temas fundamentales para la estabilidad global. La delegación mexicana, encabezada por la presidenta del país, Claudia Sheinbaum, presentó una visión integral que resaltó la importancia de la política como base para alcanzar la paz y la prosperidad compartida en el mundo.
Durante su intervención en la plenaria, Sheinbaum subrayó que México no solo fue bien recibido, sino que también aportó un planteamiento general sobre la paz, un tema prioritario en estos momentos. La agenda abordó aspectos cruciales como la transición energética, la seguridad energética y los avances en inteligencia artificial, en línea con los desafíos actuales internacionales.
Asimismo, la mandataria dedicó una significativa parte de su discurso a enfatizar la necesidad de fortalecer la paz a través de esfuerzos conjuntos y políticas inclusivas. Destacó la importancia de que los países trabajen en la construcción de un entorno de bienestar global, señalando que la paz duradera se fundamenta en el progreso social y económico de todas las naciones.
Sheinbaum también mencionó la posibilidad de convocar una cumbre económica centrada en el bienestar, en línea con acuerdos previos con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). La propuesta busca ampliar la cooperación internacional, invitando no solo a los países del G7, sino también a otros actores globales, con el fin de promover un desarrollo equitativo y sostenible que beneficie a todos los habitantes del planeta.
En un contexto donde la seguridad, la energía y la innovación tecnológica son temas clave, México reafirmó su compromiso con la paz duradera y la prosperidad compartida, destacando que estos objetivos requieren de la colaboración y la voluntad política de todos los países involucrados.