Por: Verónica Juárez Piña
Al sustentar su X Informe periódico, el Estado mexicano dejó dudas ante el Comité para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), de si realmente está cumpliendo a cabalidad con su responsabilidad de erradicar la violencia y garantizar los derechos de las mujeres, jóvenes y niñas.
El 17 y 18 de junio, una delegación encabezada por la titular de la secretaría de las Mujeres, Citlalli Hernández Mora, rindió cuentas sobre el avance y cumplimiento de las obligaciones internacionales del país en materia de igualdad de género ante la CEDAW, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Suiza.
Entre otras acciones implementadas por el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, Hernández Mora hizo énfasis en las reformas legislativas para elevar a rango constitucional la igualdad sustantiva y el combate a todo tipo de violencias hacia las mujeres, la paridad de género, así como la erradicación de la brecha salarial de género para garantizar que a trabajo igual corresponda salario igual, y resaltó la creación de la Secretaría de las Mujeres.
También aludió a los programas sociales para reducir la pobreza y la desigualdad entre las mujeres.
Con estas medidas, afirmó, “el Gobierno de México reafirma su compromiso con la protección y promoción de los derechos de las mujeres, jóvenes y las niñas en toda su diversidad, así como con el cumplimiento de las obligaciones internacionales derivadas de la CEDAW. (Secretaría de las Mujeres, 18/06/2025)
Sin embargo, el informe no convenció del todo ni al Comité, ni mucho menos a colectivos feministas. Entre otras observaciones, algunos expertos de la CEDAW expresaron su preocupación por falta de presupuesto, la militarización que afecta a comunidades indígenas, migrantes y afrodescendientes y por la atención a desapariciones y diálogo con las madres buscadoras.
Observaron que existe debilidad en las instituciones encargadas de aplicar la Convención, lamentaron especialmente la debilidad del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). (SEM México, 18/06/2025)
Por su parte, organizaciones como el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) y la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos «Todos los Derechos para Todas y Todos» (Red TDT), sostienen que la delegación mexicana recurrió a evasiones, datos parciales y narrativas triunfalistas; por lo que, apuntaron que México no pudo acreditar avances significativos para detener la discriminación y violencia contra las mujeres.(cimacnoticias, 19/06/2025)
Previo a la décima evaluación, estas dos organizaciones presentaron un informe a la CEDAW para resaltar el incumplimiento de las obligaciones del Estado Mexicano para erradicar la violencia, impunidad y desigualdad que enfrentan millones de niñas, adolescentas y mujeres. (Informe a la CEDAW ante la décima evaluación al Estado mexicano)
De tal manera que, más allá del triunfalismo, el gobierno de la primera mujer presidenta la sigue quedando a deber a las niñas, las adolescentes y mujeres de México.
Un gobierno eficaz y verdaderamente preocupado por su gente debe ir más allá del discurso. La realidad no se modifica sólo con leyes ni entramado burocrático, se hace con políticas públicas eficientes, con perspectiva de género, incluyentes, sistemáticas, evaluables y acompañadas de presupuesto suficiente. Hechos son amores y no buenas razones.