Las elecciones en Estados Unidos han puesto a México ante el dilema de lidiar cuatro años más con Donald Trump, con quien Andrés Manuel López Obrador ha tejido una relación cordial pese a sus exabruptos, o iniciar de cero una incierta relación con Joe Biden en la Casa Blanca.
Oficialmente, el Gobierno de México «no tiene preferencia» entre Trump y Biden, y asegura que quiere «fortalecer las relaciones» con el mandatario que elijan los estadounidenses.