Ciudad de México, 10 de septiembre de 2025.– Durante la etapa de la menopausia, las mujeres enfrentan un mayor riesgo de desarrollar incontinencia urinaria, una condición que afecta la calidad de vida y que, según especialistas, puede prevenirse con educación y fortalecimiento del piso pélvico.
Edna Cortés Fuentes, jefa del Servicio de Urología Ginecológica en la UMAE Luis Castelazo Ayala del IMSS, advirtió que el 50 % de las mujeres presentará algún tipo de incontinencia urinaria a lo largo de su vida. Este riesgo se incrementa durante la menopausia debido a los cambios hormonales, especialmente la disminución de estrógenos y progesterona.
La especialista explicó que existen tres tipos de incontinencia urinaria: de esfuerzo (al toser o reír), por urgencia (cuando no se alcanza a llegar al baño) y mixta (combinación de ambas). También alertó sobre la incontinencia fecal, menos frecuente pero igualmente incapacitante.
Cortés subrayó que el desconocimiento sobre el piso pélvico es alarmante. En una encuesta realizada por su equipo, menos del 1 % de las mujeres sabía identificarlo correctamente, y más del 90 % no lograba contraerlo adecuadamente. Esta musculatura sostiene órganos como la vejiga, útero y recto, y su debilitamiento puede derivar en problemas funcionales.
Entre los factores de riesgo destacan el estreñimiento crónico, tos persistente, cirugías ginecológicas, carga de objetos pesados, ejercicios de alto impacto y antecedentes familiares. La especialista recomendó que toda mujer se realice al menos una valoración del piso pélvico en su vida.
El tratamiento de la incontinencia no se limita a productos tópicos, sino que requiere un enfoque integral que puede incluir fisioterapia, nutrición, endocrinología, ginecología, atención psicológica y educación en hábitos saludables.
En el marco del Día Mundial de la Menopausia, el próximo 18 de octubre se celebrará el foro “Habitando mi menopausia. Hablemos claro, hablemos juntas” en el Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México. El evento reunirá a especialistas para discutir los desafíos físicos, emocionales y sociales que enfrentan las mujeres en esta etapa, con el objetivo de derribar estigmas y promover una vida plena.
Este esfuerzo busca visibilizar las necesidades de cerca de 20 millones de mujeres mexicanas que atraviesan alguna fase del climaterio, y ofrecer herramientas para mejorar su bienestar.