“Eso no se le hace a nadie, eso es injusto”, fueron las desgarradoras palabras de Sandra González, madre de Sara Millerey, joven trans asesinada en una cañada de Antioquia, Colombia. Tras el sepelio de su hija, la señora González habló con la emisora Caracol Radio y ofreció un mensaje contundente que expone el dolor, la impotencia y la indignación que ha dejado este crimen de odio.
“Pido que se haga justicia porque, porque la muerte de ella, no tenían por qué tirármela en esa cañada, no tienen perdón de Dios los que hicieron eso”, señaló.
La madre relató con la voz quebrada lo impactante que fue para ella ver las imágenes de lo que su hija vivió antes de morir. Dijo que el sufrimiento y la tortura que Sara padeció la marcaron de por vida.
“Me destrozaron, me destrozaron mi vida, nunca jamás voy a olvidar todo esto que me le hicieron a mi niña Sara, me dejaron marcada por el resto de mi vida hasta que Dios venga por mí, cierre mis ojos, nunca voy a olvidar todo lo que le hicieron a mi niña”, expresó entre lágrimas.
Sara fue descrita como una joven buena y llena de luz. Su madre afirmó que jamás causó daño a nadie, y considera que su asesinato fue motivado por el simple hecho de ser como era: una persona trans.
“Ella no le hacía mal a nadie, a nadie le hacía mal, ella era un ser de luz, solo porque era así”, denunció.
Con firmeza, Sandra González manifestó que nunca podrá encontrar consuelo ante la violencia con la que su hija fue atacada.
“Me dejaron sola, me dejaron destrozada. Esto no se me va a olvidar nunca, esto es muy triste. La tuvieron que haber asesinado tan vilmente, porque la asesinaron vilmente, por ser como era, por ser extrovertida y por ser una trans”, dijo.