El mundo del fútbol se encuentra en un momento agridulce tras el anuncio de la retirada del lateral brasileño Marcelo Vieira da Silva, quien ha dejado una huella imborrable en la historia del deporte. A través de un emotivo video publicado en sus redes sociales, el jugador expresó: «Mi historia como jugador termina aquí. Pero aún me queda mucho que dar al fútbol. Gracias por tanto».
Marcelo, quien rescindió su contrato con el Fluminense, club en el que comenzó y concluyó su carrera, reflexionó sobre su trayectoria en el Real Madrid, donde jugó durante dieciséis temporadas. Con una impresionante colección de 25 títulos, que incluye cinco Champions League, el brasileño se ha convertido en una de las figuras más emblemáticas del club. «El Real Madrid es un club diferente, el madridismo es un sentimiento inexplicable», confesó.
El exjugador también recordó con cariño a su abuelo Pedro, quien lo llevó a entrenamientos desde muy joven, y a la selección brasileña, donde tuvo el honor de representar a su país y conquistar dos medallas olímpicas y una Copa Confederaciones. «Jugar con la camiseta de mi país desde las categorías inferiores también ha sido un gran honor», destacó.
La carrera de Marcelo comenzó en el Fluminense, y tras su paso por el Real Madrid, tuvo un breve periodo en el Olympiacos griego antes de regresar al equipo brasileño, donde logró ganar tres títulos, incluida la Copa Libertadores. Así, se convirtió en el decimocuarto jugador en la historia en conseguir tanto la Champions League como la Libertadores, un logro que resalta su grandeza en el fútbol global.
El Real Madrid no tardó en rendir homenaje a su figura, enfatizando su estatus como una leyenda tanto del club como del fútbol mundial. A través de un comunicado, el club expresó su «agradecimiento» y «cariño» por la trayectoria del jugador, quien a sus 36 años se despide dejando un legado inigualable.
Marcelo finalizó su emotivo mensaje jugando al fútbol junto a sus dos hijos, Enzo y Liam, en un gesto que simboliza el amor por el deporte que ha caracterizado su vida. Con su partida, el fútbol pierde a uno de sus grandes embajadores, pero su espíritu y su legado perdurarán en la memoria de millones de aficionados en todo el mundo.
CON INFORMACION EFE
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