En el condado de Kitsap, Washington, una mujer tuvo que abandonar su casa, luego de que por lo menos 100 mapaches invadieran su vivienda en las últimas semanas.
De acuerdo a la mujer, por más de 35 años se encargó de alimentar a los mapaches que vivían cerca de su hogar, lo que provocó que con el paso del tiempo llegaran cada vez más en busca de alimento.
La mujer, al darse cuenta de la acumulación de estos animales afuera de su vivienda, tomó la decisión de contactar a las autoridades para resolver este problema y llamó al 911 pues estaba rodeada de decenas de «mapaches hambrientos».
Al llegar a su hogar, el Sheriff y las autoridades del condado determinaron que era un caso bastante peculiar, pero debido al número de mapaches que se habían asentado en el lugar la retirada costaría 500 dólares por cada animal.
«Parece que la noticia se propagó entre los mapaches y todos llegaron a su casa en busca de comida», dijo el Sheriff de Kitsap al ver la multitud de mapaches.
Como consecuencia de esta invasión y al ser casi imposible remover a todos los mapaches hambrientos del lugar, la señora tuvo que abandonar su hogar para evitar algún riesgo.
El caso fue dirigido a funcionarios del control de la vida silvestre, con la finalidad de que tomen la mejor decisión para el retiro de los animales.