Varias protestas en contra de las políticas migratorias del gobierno federal de Donald Trump se registraron este 9 de junio en las ciudades de Austin y Dallas, Texas, evidenciando la intensidad del debate social en la región.
En Dallas, decenas de manifestantes se concentraron en las calles principales, incluyendo la zona del Margaret Hunt Hill Bridge, en una marcha mayoritariamente pacífica. Sin embargo, la situación se tornó tensa cuando se registraron intercambios de proyectiles entre la Policía local y algunos individuos que intentaban provocar disturbios. La autoridad reportó un arresto por agresión a oficiales y confirmó que la protesta se disolvió sin mayores incidentes durante la noche.
Por su parte, en Austin, la protesta tomó un rumbo más conflictivo. Decenas de manifestantes realizaron pintas y arrojaron objetos contra las fuerzas policiales en el centro de la ciudad. Algunos participaron en actos de vandalismo contra instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y del edificio federal J.J. Pickle, donde también se registraron enfrentamientos con las fuerzas del orden. La manifestación culminó en el Capitolio del estado, donde la policía empleó gas lacrimógeno y otras medidas no letales para dispersar a los manifestantes, quienes habían avanzado hacia el recinto en un ambiente de tensión. Autoridades de Austin declararon la ilegalidad de las reuniones en el perímetro del casco histórico, aunque los organizadores aseguraron que volverán a movilizarse en los próximos días.
Estos incidentes reflejan la polarización y el ánimo de protesta en Texas frente a las políticas migratorias adoptadas por el gobierno federal, generando un escenario de confrontación y movilización ciudadana en las principales ciudades del estado.
Fuente: El Heraldo