La democracia es la vía para equilibrar las asimetrías de poder y lograr que todas las personas estén en condiciones de diseñar y ejecutar un proyecto de vida y no dependan de la suerte de nacer en un contexto afortunado o no, indicó la presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine M. Otálora Malassis.
Al participar en la inauguración del Congreso Internacional de Derechos Humanos «Igualdad y democracia», la magistrada presidenta de la Sala Superior del TEPJF sostuvo que la aspiración de la igualdad es construir otredades armoniosas y empáticas entre sí, con cabida en el espacio público.
Durante su intervención agregó que «la democracia es lo que da entrada, en términos políticos y de representación, a la otredad, a sus proyectos y posturas», en tanto que la igualdad es lo que sostiene el andamiaje jurídico y moral de los derechos humanos; la democracia es el sistema que permite su ejercicio.
La dignidad, precisó, es la cualidad que hace a cualquier persona merecedora de tener derechos, «así nadie, sea cual sea su sexo, género, religión, raza, origen étnico, discapacidades, preferencias u orientación sexual puede ser despojada o despojado de ese derecho a tener derechos».
En el caso específico de las mujeres, subrayó que la universalidad se materializa en la posibilidad de que ellas y sus intereses sean realmente representados, en que puedan votar, ser electas y ejercer un cargo público en condiciones de igualdad y libres de violencia, lo que se materializa en leyes, políticas públicas y sentencias que reconozcan sus garantías y transformen las estructuras que no les permiten ejercerlas en plenitud.
Otálora Malassis señaló que en el ámbito político-electoral se siguen planteando, en sede judicial, conflictos relacionados con la paridad y la violencia política en razón del género, y aseguró que corresponde a las autoridades hacer que esto cambie, y «justamente la Declaración Universal y los tratados internacionales, constituyen una herramienta para ello».
«Es nuestra obligación, como funcionarias y funcionarios del Estado mexicano, garantizar a cada una de las mujeres y a cada uno de los hombres que están también en situación de desigualdad, una vida digna en México», afirmó.