Por: Yuri Guzmán
El Día del Maestro y de la Maestra, celebrado anualmente en diferentes fechas según el país, representa una oportunidad para reconocer y reflexionar sobre el papel fundamental que desempeñan en la formación de las generaciones futuras. Sin embargo, en el contexto actual, esta celebración debe ir más allá de los gestos simbólicos y de la idealización de esta carrera (que debería tener más bien alta dosis de vocación) y convertirse en un momento de análisis crítico y de reconocimiento de los desafíos que enfrentan los docentes en México y en el mundo.
¿Por qué celebrarlos?
Los maestros y maestras son pilares esenciales en la construcción de una sociedad informada, crítica y participativa. Según datos de la UNESCO, la educación de calidad puede reducir la pobreza en 23%, y los docentes son los principales agentes de cambio en este proceso. En México, el Sistema Educativo Nacional cuenta con aproximadamente 2.2 millones de docentes, quienes enfrentan una labor que va mucho más allá de la transmisión de conocimientos: deben formar valores, promover la inclusión y adaptarse a las nuevas tecnologías y metodologías. Celebrar a los maestros implica reconocer la dedicación y esfuerzo, especialmente en tiempos de crisis sanitaria, económica y social.
Su misión
La misión de los docentes en la actualidad es formar ciudadanos críticos, creativos y responsables en un entorno de constante transformación digital y social. Esto incluye no solo la adquisición de conocimientos académicos, sino también habilidades socioemocionales, pensamiento crítico y valores éticos. La pandemia de COVID-19 evidenció la importancia de su labor, al tener que adaptarse rápidamente a la educación virtual en condiciones no siempre favorables, muchas veces sin el respaldo adecuado. La UNESCO resalta que la calidad docente es uno de los principales factores que influyen en el logro de aprendizajes significativos.
Retos actuales
Uno de los mayores retos es superar la desigualdad en la calidad educativa y en las condiciones laborales de los maestros. En México, hay casos notorios de plazas heredadas o sin la formación adecuada. Según la Auditoría Superior de la Federación, aproximadamente el 30% de las plazas docentes en algunas regiones son heredadas o no corresponden a la carrera magisterial, lo que afecta la calidad de la enseñanza. Además, existen problemas de violencia, inseguridad y bajos salarios que desmotivan y limitan su desempeño.
Por otro lado, los casos de abusos y violaciones de derechos en el ámbito educativo también son una problemática grave. Aunque las cifras oficiales son limitadas, organizaciones como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han documentado casos de acoso y abuso sexual en escuelas, muchos de ellos silenciados o no investigados adecuadamente. La protección de la integridad y dignidad del personal docente y de los estudiantes debe ser una prioridad.
¿Qué papel deben desempeñar hoy en día los docentes?
Su papel actual debe ir más allá de la transmisión de conocimientos; deben ser agentes de cambio social, promotores de la igualdad, la inclusión y la justicia. Para ello, es imprescindible fortalecer su formación continua, garantizar condiciones laborales dignas y promover una cultura de respeto y protección de sus derechos. La participación activa en la política educativa y en movimientos sociales, como las manifestaciones en Oaxaca y Michoacán, refleja el estado de inconformidad y la necesidad de reformas estructurales que reconozcan la importancia de su labor y solucionen sus demandas.
Dichas protestas evidencian además que aún hay profundas desigualdades y carencias en el sistema educativo mexicano. El gobierno y las instituciones deben escuchar sus demandas, fortalecer la formación profesional, instaurar procesos transparentes de ingreso y promoción, y garantizar condiciones laborales justas. La solución a largo plazo requiere un diálogo abierto, políticas inclusivas y una reforma educativa que valore y respete el trabajo de los maestros como la base del desarrollo social.
Celebrar el Día del Maestro y de la Maestra es también un momento para reflexionar sobre su condición, reconocer su labor y abordar los desafíos que enfrentan. La misión de los docentes en la actualidad es crucial para construir sociedades más justas y equitativas. Sin embargo, esto requiere un compromiso real por parte de las autoridades y la sociedad para mejorar sus condiciones, garantizar su formación y proteger sus derechos. Solo así podremos honrar verdaderamente su labor y potenciar su impacto en la transformación social.
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