Durante la apertura de la Tercera Cumbre de la ONU sobre los Océanos en Niza, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, manifestó con firmeza que «ni Groenlandia ni el Ártico ni la alta mar están a la venta», resaltando la importancia de proteger estos espacios frente a intereses económicos y políticos. En su discurso, Macron subrayó que «antes de precipitarse en la exploración de Marte», es prioritario «conocer a nuestro mejor amigo, que es el océano», en referencia a la necesidad de preservar los fondos marinos y promover una gestión sostenible de los recursos marinos.
El mandatario francés hizo veladas referencias a las políticas del gobierno de Donald Trump, especialmente en relación con la apertura a la minería en aguas profundas, y advirtió que las profundidades marinas no deben convertirse en un «Far West». Además, destacó que el papel de los océanos en el cambio climático «no es una cuestión de opinión, sino de hechos científicos», y que es momento de fortalecer el multilateralismo y la cooperación internacional en materia de conservación.
En línea con estos planteamientos, Macron anunció que al menos 60 países refrendarán el Acuerdo sobre la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina más allá de las Jurisdicciones Nacionales, aprobado por la ONU en septiembre de 2023, en un esfuerzo por proteger la biodiversidad y garantizar un uso responsable de los recursos marinos.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamado a cambiar la estrategia en la gestión de los recursos marinos, alertando que «las poblaciones de peces se están desplomando» y que «estamos fallando al océano, que es el recurso compartido por excelencia». Guterres insistió en que las profundidades marinas no pueden convertirse en un «Far West» y resaltó la oportunidad que brinda el acuerdo para restaurar la abundancia marina y frenar la explotación indiscriminada.
La conferencia, que reúne a cerca de 50 jefes de Estado y de Gobierno, busca consensuar una política global para la protección del medio marino y promover financiamiento para la conservación. Entre los asistentes se encuentran el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente argentino, Javier Milei. Sin embargo, Estados Unidos no envió delegación oficial a este encuentro, lo que ha generado atención sobre el nivel de participación en la agenda internacional sobre los océanos.
Con un enfoque en la defensa de la soberanía marítima y la protección del medio ambiente, la cumbre busca sentar las bases para una gestión más responsable de los recursos oceánicos, en un contexto donde la ciencia, la cooperación internacional y la voluntad política son fundamentales para enfrentar los desafíos globales del cambio climático y la sobreexplotación de los fondos marinos.