El actor Luis Couturier quedó conmovido al recibir un homenaje por 60 años de trayectoria artística, al finalizar la función de este domingo de la obra “La sociedad de los poetas muertos” en la que participa.
Tras una larga ovación de pie, el actor Alfonso Herrera, quien protagoniza el montaje, destacó que el agasajado es una persona sabia y la ejerce con humildad. “Esa es la diferencia entre un maestro y un grandísimo maestro. Con ustedes, un grandísimo maestro”.
Couturier explicó que su compañero de escena se refiere a que el 1 de junio de 2016 tuvo un infarto cerebral que lo dejó totalmente paralizado y sin poder hablar.
“En las noches de esos días que estaba prácticamente inutilizado en la cama de un hospital, yo pedía que ahí terminara todo porque no le veía sentido a seguir viviendo en esas condiciones. Afortunadamente, hubo terapias y una superación muy difícil”, dijo.
Recordó que cuando llegó al hospital, en la ciudad de Puebla, le dijeron que tenía 225 de presión arterial y que para entonces, le tendría que estar estallando la cabeza.
“Estaba firmando un cheque, se me cayó la pluma y sentí que me había paralizado totalmente. Llamaron a una ambulancia, me llevaron al hospital y me pusieron un coagulante a tiempo de que no avanzara más la hemorragia, pero ya estaba paralizado. Estuve cuatro meses así”.
Informó que en la actualidad continúa en terapia de rehabilitación, pues aún le falla el equilibrio. El habla la recuperó en su totalidad, aunque tenía temor de perderla.
Ante un público que abarrotó la sala del Teatro Libanés, platicó que al salir de ese episodio, su esposa y sus hijos le dijeron que había llegado la hora de jubilarse y él les respondió que nunca llegaría ese momento.
“Quiero seguir. Quiero agradecer a Ocesa, a Francisco Franco (director) y a todos los compañeros que me han dado la oportunidad un poco a medias, pues todavía cojeo bastante, de regresar a lo que es mi vida y a no jubilarme nunca”.
Acto seguido, se proyectó una semblanza en la que se destacó que la familia de Luis Couturier llegó a México con la Invasión Francesa. Sus integrantes se establecieron en Veracruz, después de que el abuelo del actor desertó del ejército francés.
A su muerte, durante la Revolución Mexicana, su abuela decidió mudarse al barrio de Tepito en la Ciudad de México, junto con uno de sus hijos que estudiaba medicina y que más tarde, en 1937, se convertiría en el padre del actor.
Aunque su padre deseaba que estudiara para médico, Couturier quería ser actor y cantante. Incluso, Jorge Negrete, a quien tuvo oportunidad de conocer, fue su inspiración.
Debido a que tenía talento y facilidad para dibujar, ingresó a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lugar que lo colocó junto a grandes actores, entre ellos Mauricio Herrera y Héctor Ortega. Juntos empezaron a montar obras.
La actriz Silvia Pinal, quien es una de sus grandes amigas, asistió al festejo para entregarle el reconocimiento, mismo que fue acompañado de diversas fotografías que sorprendieron al actor.
“El honor es para mí, eres el estandarte del trabajo que hemos hecho juntos, de todos los triunfos, las luchas, los éxitos. Me siento muy feliz y muy agradecida. Que Dios te bendiga y que ganes más premios, que el cariño nuestro te lo vas a llevar siempre. Felicidades”, declaró.
En declaraciones a la prensa, Couturier, que ha participado en musicales como “La novicia rebelde”, “Mame”, El diluvio que viene” y “Gypsy”, destacó que la vitalidad de Pinal siempre le ha animado.
“Ella ha sufrido. Hemos tenido grandes alegrías y dolores. Cuando murió Viridiana ella estaba trabajando conmigo en la obra de teatro ‘Tartufo o el impostor’ y la acompañé en toda esa situación”.
A lo largo de sus 60 años de trayectoria, Luis Couturier ha participado en 60 obras de teatro, 20 películas, 55 telenovelas, 10 series e infinidad de programas unitarios.
“Al principio fue difícil porque había que conseguir trabajo. Fui caricaturista político y durante 12 años trabajé en la revista caricaturista de América. Suponíamos que competíamos con Siempre, pero realmente nunca competimos, estábamos más abajo, pero se hacía el esfuerzo”, concluyó.
