Es cada vez más frecuente que las mujeres opten por depilarse completamente, desapareciendo cualquier rastro de vellos, sin embargo, esta práctica supone un riesgo para la salud
La depilación integral favorece el contagio de infecciones cutáneas como el molusco contagioso o molluscum contagiosum, enfermedad que se transmite a través de las relaciones sexuales, además del liquen simple crónico.
Los especialistas explican que el vello púbico tiene una función y un propósito biológico, el cual es protegernos de las irritaciones, fricciones diarias, heridas, golpes e infecciones durante las relaciones sexuales. Cuando la persona rasura o depila cierta parte de su cuerpo, la piel se encuentra expuesta a una multitud de enfermedades.
Otra consecuencia de la depilación es la liquenificación, esto genera que los labios vaginales se engrosen con el tiempo consiguiendo una apariencia correosa. Con la llegada de la moda de la depilación integral se han aumentado los números de pacientes con el virus del papiloma humano (HPV).
Las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) son las más frecuentes debido a la eliminación del vello, los casos más comunes son las berrugas, hongos y herpes. Los preservativos llegan a proteger algunas infecciones, pero con la depilación integral se aumentan las posibilidades.
Los especialistas explican que se puede recortar y depilarse el área lateral, ya que con ello no se corre ningún tipo de riesgo, siempre y cuando se mantenga las medidas sanitarias adecuadas.