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Los niños amamantados más allá del primer año necesitan vitamina D

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Los niños alimentados con lactancia materna recibirían muy poca vitamina D, en especial si viven lejos del ecuador, según revela un estudio de Canadá. A mayor duración de la lactancia materna, aunque esté combinada con alimentos sólidos o más allá del primer año, mayor riesgo de tener bajos niveles de vitamina D en el organismo.

La leche materna no aporta suficiente vitamina D, en especial a la población de las regiones del norte del mundo, de modo que la Sociedad Canadiense de Pediatría recomienda que los niños amamantados reciban suplementos con 400 UI de vitamina D por día durante el primer año de vida.

«No estamos diciendo que la lactancia no es una buena fuente nutricional, pero en las regiones del norte del mundo, los niños no reciben demasiada vitamina D por la leche materna», dijo el coautor principal, doctor Jonathon Maguire, pediatra e investigador del Hospital St. Michael de Toronto.

La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, incorporando alimentos sólidos en el primer y segundo año de vida.

El equipo de Maguire estudió la duración de la lactancia materna y los valores de vitamina D en sangre de 2500 niños saludables de entre uno y cinco años. Las madres informaron la duración de la lactancia y si sus hijos recibían suplementos de vitamina D. Los médicos les hicieron análisis de sangre a los niños. Todos vivían en Toronto.

La mitad de los niños habían recibido lactancia materna durante unos 10 meses o más y el 53 por ciento había utilizado los suplementos.

A medida que se prolongaba la lactancia, los niveles de vitamina D en sangre disminuían en los niños que no utilizaban los suplementos. Por cada mes de lactancia, las chances de tener bajos valores de vitamina en sangre crecían un 6 por ciento, según publica el equipo American Journal of Public Health.

El patrón era tan robusto que el equipo estimó que el 16 por ciento de los niños de dos años que aún recibía lactancia materna sin vitamina D extra desarrollaría una deficiencia vitamínica grave. A los 3 años, la cifra sería del 29 por ciento.

En los niños tratados con suplementos, la duración de la lactancia no estuvo asociada con los valores de la vitamina D. Para Maguire, los resultados respaldan la recomendación de la Academia Estadounidense de Pediatría de complementar la lactancia materna con vitamina D, sin importar la duración.

«Probablemente, la mayoría de las embarazadas de América del Norte utiliza suplementos de vitamina D durante el embarazo, aunque no sea en una cantidad significativa», dijo Martin Hewison, de la Universidad de Birmingham, Reino Unido.

«La deficiencia de vitamina D también es muy común durante el embarazo y la lactancia, pero sigue subestimándose a menos que los niños desarrollen raquitismo», finalizó Hewison, que no participó del
estudio.