Hay un dicho de las mamás que es conocido por casi todos “Poner un pie fuera de casa significa gastar”. Es verdad, nadie mejor que las administradoras del hogar para tener bien localizado en qué se nos va el dinero.
Sin embargo, luego de una semana de trabajo sentimos que merecemos salir a divertirnos y olvidarnos de la rutina de oficina. Sólo que estas actividades implican gastar. Y todo gasto es enemigo de nuestro bolsillo.
Entonces, ¿estamos condenados a quedarnos en casa a aburrirnos?
No es para tanto. Si lo pensamos mejor, podemos poner en marcha varias estrategias para entretenernos los fines de semana y no gastar mucho (o nada) de dinero.
Como hemos repetido en varias ocasiones,ahorrar es la única forma de tener dinero para comprar cosas sin endeudarnos, y también, de enfrentar las emergencias.
A continuación presentamos tres consejos para gastar menos en actividades recreativas.
Explora. Plazas, cines y restaurantes conocidos son los lugares que normalmente frecuentamos. Pero la ciudad es más que eso, sólo es cuestión de buscar esos espacios que no son tan conocidos y que no nos cuestan tanto. El tema es atreverse a ir donde no acostumbramos.
Revive los clásicos. Seguramente tenemos películas, series, libros y hasta videojuegos que pensamos ya no son entretenidos. Llegó el momento de darles una segunda oportunidad. Si alguna vez pasamos horas de diversión con ellos, entonces es probable nos vuelvan a enganchar. Es una inversión que podemos aprovechar.
Regreso a la naturaleza. A veces lo más simple es lo más divertido. Visitar parques o nuestros sitios favoritos al aire libre no es tan caro. Hay espacios muy cercanos a la ciudad que podemos visitar en un día y pasarlo increíble. Este tipo de paseos los podemos hacer una vez al mes y no requieren mucho presupuesto. La planeación lo es todo.
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