Tras su polémica descalificación en el maratón de los Juegos Paralímpicos de París 2024 tras ganar la medalla bronce, la atleta catalana Elena Congost aseguró este martes, en una entrevista a EFE, que volvería a soltar la cuerda, incluso si fuese una contrincante la que parece caerse, porque “antes que deportista” es persona.
“Tuve un acto reflejo de protección y en ese momento perdemos la cuerda un segundo. Yo soy consciente, pero no considero, ni mucho menos, que eso valga la descalificación. En mi cabeza no entra, y no entrará nunca, que eso sea una trampa, un acto mal hecho o un acto que vaya en mi beneficio”, señaló la atleta.
Descalificada por soltar un segundo la cuerda que le unía a su guía
Congost quedó tercera en la prueba con una ventaja de casi tres minutos respecto al cuarto, pero fue descalificada por soltar un segundo la cuerda que le unía a su guía, Mia Carol Bruguera, para tratar de ayudarla cuando se estaba cayendo, quedándose así también sin el bronce.
La catalana explicó que Carol le avisó de que “tenía muchas rampas” a falta de cuatro kilómetros, pero no tuvieron problema con aflojar el ritmo por la ventaja respecto al resto de competidores: “Fue la carrera deseada porque teníamos margen por detrás para ir tranquilos; nos encontrábamos muy bien”, reconoció.
Incredulidad total
A pesar de haber soltado la cuerda, la corredora comentó que, al acabar, celebraron el resultado y fue mientras se dirigía al control antidopaje cuando le comunicaron la descalificación. Entonces, se quedó “tranquila” porque iban a reclamar la decisión y pensó que se solucionaría, ya que “no tiene lógica ninguna”, pero no se solucionó.
“Cuando me dijeron que no había nada que hacer, me quedé incrédula total. Fue mucha rabia. Estaba desconsolada. Nada servía. Sentí que todo lo que había hecho no servía para nada”, se confesó Congost, ahora más “orgullosa” y ya sin nada que reprocharse por su papel en París.
Si bien esta frustración se fue “diluyendo” poco a poco, gracias al apoyo de su familia, “de los medios y de las redes sociales”, la atleta incidió en que le parece “increíble que nadie pueda interpretar la norma y ver el contexto en el que se aplica”, que considera erróneo.
La atleta española Elena Congost y su guía.
Una carrera que estaba decidida
“Todo el mundo puede percibir que no hay ningún tipo de ventaja hacia mí en ese hecho, ya que yo iba por delante. Yo me paro en seco. La carrera estaba decidida; no altera el resultado de la prueba para nada”, manifestó la catalana.
En cualquier caso, Congost dijo que sigue a la espera de “la lucha entre las altas esferas” para que le devuelvan la medalla y confirmó que “se está redactando una querella para reclamar la decisión” de descalificarla.
Pese a la decepción de París, la catalana explicó que su idea es seguir compitiendo: “Espero que algo grande nos espere dentro de cuatro años. No puede acabar aquí mi carrera deportiva, con esta espinita clavada, porque no sería justo para nadie”.