China enfrenta una serie de eventos climáticos extremos que han causado inundaciones significativas y desplazamientos en diferentes zonas del país. El gobierno chino, encabezado por el presidente Xi Jinping, ha movilizado recursos para responder a la emergencia en el noroeste, donde las lluvias excepcionales han dejado al menos 10 muertos y 33 desaparecidos.
Las precipitaciones intensas comenzaron el jueves por la tarde, aproximadamente a las 18:00 horas local (11:00 GMT), generando riadas en la provincia de Gansu, específicamente en Yuzhong. La televisión estatal China Central Television (CCTV) reportó que unas 4,000 personas quedaron incomunicadas tras las inundaciones, que afectaron una de las áreas más vulnerables debido a su geografía montañosa y suelos sueltos, propensos a corrimientos de tierra cuando se saturan de agua.
En imágenes difundidas por CCTV, se observa cómo el lodo cubre las carreteras y alcanza los tobillos en caminos de montaña, donde árboles han sido arrancados por la fuerza del agua. La región de Yuzhong, ubicada en una de las mayores mesetas del mundo, presenta condiciones predisponentes a estos desastres naturales.
Las lluvias récord en las últimas semanas han afectado tanto el norte como el sur del país, incluyendo a la capital Pekín, con un saldo de al menos 60 fallecidos desde finales de julio, según informes oficiales. Los meteorólogos asocian estos fenómenos a patrones climáticos extremos vinculados al cambio climático, que incrementan la frecuencia e intensidad de las precipitaciones intensas en la región.
Autoridades continúan con las operaciones de rescate y evacuación en las áreas afectadas, mientras se evalúan los daños y se implementan medidas preventivas para mitigar futuros desastres en una nación cada vez más vulnerable a los fenómenos meteorológicos extremos.
