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La vuelta a la normalidad

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Por: Salvador Cosío Gaona

No sabemos hasta este momento cuándo regresará la normalidad después de la pandemia y tampoco tenemos certeza alguna de si esa “normalidad” volverá como la conocemos. Existen elucubraciones en el sentido de que muchas cosas habrán de cambiar en nuestras conductas y en la propia sociedad respecto a cómo nos hemos conducido hasta ahora. De ahí que además de una buena noticia, como resulta serlo el hecho de que ya algunos países de Asia, Europa y Oceanía estén a punto de relajar las medidas de confinamiento que fueron impuestas para intentar frenar el brote por el Covid-19, exista expectativa por cómo será ese antes y después del Coronavirus.

Sabemos que hasta este momento ningún país de los afectados por el nuevo virus lo ha erradicado definitivamente. Por ello podemos advertir desde ahora que la ansiada vuelta a la normalidad no será inmediata, y aún cuando el mayor riesgo es que se llegue a tener una recaída, la necesidad de abrir las economías ha empujado a que se suavicen las medidas y se permitan ciertos beneficios. 

En el caso de España, el gobierno relajó las restricciones para favorecer a los menores de 14 años que ya pueden salir una hora al día y con un adulto. 

“Usando cubrebocas y en compañía de sus padres, los niños españoles salieron a jugar por primera vez este domingo a las calles, después de seis semanas de confinamiento debido al coronavirus Covid-19. Si bien España ha sido uno de los países más afectados por la pandemia, cada vez crecía más la preocupación sobre los riesgos para la salud física y mental de los niños. Ahora se ha autorizado a que puedan salir menores de 14 años a un kilómetro cerca de sus casas durante una hora (entre las 09:00 y las 21:00) y cada padre de familia puede salir con tres hijos como máximo”.

Las reglas de distanciamiento social se mantendrá en las próximas semanas. A partir del 2 de mayo serán los adultos quienes podrán salir a hacer deporte. 

Italia, mientras tanto, ha informado que reanudará la actividad industrial, la construcción y el comercio al por mayor el 4 de mayo, al tiempo que las escuelas reabrirán hasta septiembre para no arriesgar la salud de los niños, informó el jefe de gobierno, Guissepe Conte

Los fabricantes, las empresas de construcción y algunos mayoristas podrán reabrir a partir del 4 de mayo, seguidos por los minoristas dos semanas después. Restaurantes y bares podrán reabrir por completo desde principios de junio, aunque los negocios de comida para llevar podrán antes.

Museos, comercios y bibliotecas abrirán a partir del 18 de mayo, mientras las escuelas permanecerán cerradas hasta el comienzo del nuevo año académico en septiembre.

Los estudiantes de secundaria de Pekín y Shanghai volvieron el pasado lunes a clases tras cuatro meses de ausencia en medio de grandes medidas de seguridad, con cubrebocas y controles de temperatura.

Los estudiantes de Shanghai en su último año de secundaria y preparatoria regresaron a las aulas, mientras que en Pekín solo lo hicieron los estudiantes de último año vocacional, para prepararse para el examen de ingreso a la universidad, informó el Ministerio de Educación.

China, el primer país afectado por el coronavirus, cerró todas sus escuelas a finales de enero antes del Año Nuevo lunar y desde entonces las clases eran por internet.

Las provincias poco pobladas de Qinghai (noroeste) y Guizhou (suroeste) fueron las primeras en marzo a organizar progresivamente la vuelta a clase.

Según el ministerio de Educación todos los estudiantes del país tienen que tomarse la temperatura.

La mayoría de escuelas primarias y de universidades de China siguen cerradas.

En la ciudad de Wuhan, donde se originó la pandemia, las escuelas secundarias serán las primeras en abrir y lo harán el 6 de mayo.

China logró contener la propagación del virus, que oficialmente dejó 4 mil 633 muertos en el país. Pero ahora teme una segunda ola de contaminación con los casos «importados», en su mayoría de chinos que vuelven al país.

En Alemania, esta semana, un mes después del domingo de marzo en el que Angela Merkel y los gobernadores de los estados federales anunciaron las medidas de prohibición de contacto y el cierre de todos los negocios no esenciales (que se sumaban a los bares, restaurantes, museos, bibliotecas y escuelas que ya llevaban dos semanas cerrados), las autoridades anunciaron el comienzo del proceso inverso: la reapertura de todos los negocios con una superficie menor a 800 metros cuadrados, sin importar su rubro, de los campos de deportes y los zoológicos.

Además, en Berlín las clases volverán la primera semana de mayo y los museos abrirán a partir del 11. En la capital, todos los eventos masivos, sin embargo, están suspendidos hasta el 24 de octubre. En Munich, el Oktoberfest fue cancelado.

A principios de abril y vencido por la primavera, el Senado de Berlín autorizó a quienes salieran de casa a sentarse en los parques o incluso hacer picnics (solos, de a dos o entre compañeros de casa) manteniendo una distancia de al menos 5 metros con otros grupos.

En la capital alemana, ver a dos personas charlando al sol, cada una con su cerveza y a casi dos metros de distancia una de la otra, se volvió una postal cotidiana. Es que en tiempos de coronavirus, en Berlín nació una nueva manera de habitar la ciudad: a la tarde, por todos los barrios hay colas afuera de las heladerías y lo restaurantes. Las ventanas se convirtieron en mostradores, los menúes cuelgan del lado de afuera para decidir el pedido. Algunos bares incluso venden cocktails y aperitivos en frasco para llevar y tomar en el parque o a la orilla del canal.

Algunos negocios solo permiten pago con tarjeta: limpian el posnet con alcohol entre uso y uso. En los supermercados y farmacias el piso está marcado como en un escenario, para indicar dónde debe pararse cada cliente.

Durante el día el tráfico de autos volvió a ser intenso en las avenidas principales. El transporte público retomará desde la semana que viene sus horarios y frecuencias regulares. Pero cuando oscurece, con todos los bares cerrados desde el 15 de marzo y sin vistas de reapertura, la ciudad vuelve a quedar silenciosa y desierta.

El 22 de abril Berlín reabrió las puertas de todos los negocios menores a 800 metros cuadrados. Esta semana, las cuentas oficiales en redes sociales de cientos de comercios anunciaron la reapertura con signos de admiración: tiendas de ropa, joyería, anticuarios volvieron desde el miércoles a funcionar. Muchos incorporaron barbijos de tela a su stock de productos.

Otras tiendas más grandes también abrieron pero con áreas enteras clausuradas, fuera del alcance de los visitantes. Un centro comercial en la avenida Kurfürstendamm -una de las zonas más caras de Berlín- dispuso un «camino» para llegar hasta un área donde hay productos seleccionados de todas la marcas. Los que saben qué quieren específicamente, pueden pedirlo y los empleados se lo alcanzan. La idea es que los clientes entren, compren y se vayan. Todas las áreas de descanso tienen que estar deshabilitadas.

Nueva Zelanda, es otro de los países que han anunciado de manera oficial que dejará atrás la etapa de confinamiento para dar paso al paulatino levantamiento de restricciones en la isla, donde se aplicaron algunas de las medidas más estrictas que se han visto a nivel global durante la pandemia por Coronavirus. 

El país cumplió un mes de máxima alerta en su estrategia de 4 niveles contra SARS-CoV-2, y se dispone a empezar a dejar atrás el confinamientos.

Además de las campañas sobre lavado de manos y distanciamiento social, uno de los elementos que se han destacado de la estrategia de Nueva Zelanda fue la socialización en la «burbuja» de contactos.

A los neozelandeses se les ha pedido mantener el contacto solo con las personas que viven en sus casas, familiares o conocidos, y con ellos practicar todo tipo de actividades sociales para lidiar con el encierro.

A partir de la próxima semana, los neozelandeses serán libres de extender ligeramente sus burbujas de contactos para incluir a familiares cercanos y personas que viven en aislamiento, solo en el mismo pueblo o ciudad.

Y si bien Nueva Zelanda no ha derrotado al covid-19 defintivamente, está más cerca de hacerlo que hace un mes gracias a que activó la alerta nivel 4 de «eliminación».

Ojalá pronto los mexicanos podamos también superar la crisis, y salir airosos de esta compleja prueba a encontrarnos con nuestra nueva normalidad.

Opinió[email protected]

@salvadorcosio1 

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Periodista, resignado Atlista, enamorado de mi ciudad y de mi Estado. De L a V en punto de las 7am al aire @1070noticias http://bit.ly/oYJFU2